© SOY UN PEZ SOÑADOR

SOY UN PEZ SOÑADOR

Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

miércoles, 15 de junio de 2016

El hada de las flores (cuento infantil)


Había una vez un hada que le gustaba pasearse entre las flores. De hecho, dormía en una flor rosada. En la mañana despertaba contenta y se ponía a volar entre las flores, con sus amigas las mariposa y las abejas.

Un día acordaron bailar en el bosque, todas al ritmo del violín que tocaba el duende verde. Y bailaron y bailaron muy hermosas.

El hada pequeña estaba encantada. Eran su vida las flores y las plantas de todo tipo, y con sus amigas abeja y mariposas, que feliz se sentía. Las flores al verlas tan felices se contagiaron y también bailaron al ritmo del viento. Los pajaritos emocionados, también entonaron sus mejores cantos, y era tanta la dicha, que el bosque terminó en total algarabía.

¡Que día tan bello pasó nuestra bella hada!, Y al hacerse de noche, volvió otra vez a su flor, a dormirse muy contenta.


**Autora: Edith Elvira Coqlui Rojas - Perú

lunes, 13 de junio de 2016

poema terror


Los gélidos vientos, en neblinas se levantan,
las lápidas de los cementerios en silencio mudo.
Todo el ambiente es tétrico,`y desolador,
¡De pronto!
Un aullido rompe la noche serena,
se oye el grito de una mujer con voz estrepitosa,
Unos rayos en el cielo suenan intensos.
A lo lejos se oyen voces de niños:
Unos ríen a carcajadas, 
 y otros lloran plañideramente... 
¡Qué espanto!

De una lápida sale flotando,
la figura de una mujer de vestidos negros.
Tiene un violín en la mano,
y entona  melodías muy  lastimeras.
Tan tristes y sentidas,
que hacen llorar a todas la almas del cementerio.
Y hacen un coro estrepitoso, angustiante, terrorífico,
que taladran los oídos y los corazones más duros.

Las gentes cercanas no pueden dormir.
Se retuercen en sus camas de espanto y terror.
Todos los días se repite el rito, macabro.
¡Las tres de la mañana!
Es la hora de la mujer del violín.
¿Quién podrá dormir?...

*Autora- Edith Elvira Colqui Rojas - Perú


jueves, 9 de junio de 2016

LA RANITA TOMASA



La ranita Tomasa se acicala.
Se riza las pestañas 
Se pone un lacito en la cabeza.
Y asea toda su casa.
Es muy ordenada.
Recoge los papeles.
Tiende su cama.

La ranita Tomasa
canta cuando cocina.
Y cuando termina sus tareas.
Se va a pasear contenta.
Le gustan los vestidos, la moda, 
y saludar a la gente.

Ranita Tomasa
me gusta tu sopa de calabaza.
Tus tallarines saltados,
y tus guisos ricos.
¿Cuándo me invitas a tu casa?

¡Qué casita tan ordenada y limpia.
Qué sabrosa sazón.
Esta ranita es perfecta.
Tan bella, 
y con buen corazón.
De su olla, 
a todos invitó.

*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas -Perù

MARIPOSAS DEL AMOR


(imágenes de imternet)

Me rondan nuevamente las mariposas del amor.
Yo que había sido tan lastimada,
 ¡Ya era  hueso seco olvidado!
Me vuelan primorosas;
rozan mi faz, sus alas frescas.
Cosquillitas le hacen a mi corazón.
Pero tengo miedo volver a amar,
tengo miedo volver a sufrir.
En barcas pequeñas otra vez no quiero  sucumbir.

Mariposas del amor,

Váyanse lejos por favor,
ya no quiero llorar,
ya no quiero sufrir,
¡No me quiero volver a enamorar!

**Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados

La imagen puede contener: texto

martes, 7 de junio de 2016

Quién eres tú, amor mío


Quién eres tú, amor mío,
que me atrapas en las sábanas de tu mirada, 
que me capturas en lazos de amor.
¿Quién eres tú, vida mía que roba mi paz mi calma,
y me tiene inquieta todo el día?
Buscándote llamándote en mis sueños,
y en los aires más puros de mi existencia...

Quién  eres tu tierno amor,
que ata mis huesos y mi piel, a su alma,
que me subyuga en el infierno de sus deseos,
que me toma, me deja y me retiene, 
para ser irremediablemente suya,
¡Suya! aunque nunca me haya tenido entre sus brazos,
¡Suya! aunque nunca haya tocado mi piel.
¡Irremediablemente suya! 
Aunque toquen otra piel,
 aunque no esté usted hoy junto a mí...

Quién eres tú varón,
Que invades mis íntimos y recónditos espacios,
y no me dejas ni respirar,
pues todo se lleno de ti.
En qué momento entraste a la sala de mi corazón que no te vi.
En qué momento te apoderaste de mi latir.
De mis sueños,
¿De mis ganas de vivir?
No te vayas,
No me dejes, sin el yantar de tus besos.
No me dejes sin el perfume de tu esencia,
El cielo no brilla en soles, si no estás...

*Autora: Edith Elvira Coqui Rojas - Perú



lunes, 6 de junio de 2016

Te Conozco


Conozco todos los bordes de tu ser.
Tu cara.Tus ojos, tu piel.Tus pisadas...
Conozco todas tus calles y avenidas.
Conozco cuando estás de flores, o de café
Cuando estas asustado o agobiado.
Cuando estás molesto o confundido,
cuando tienes verededas o flotas en el aire de los sueños.
Cuando eres sol, o lluvia serena.
O eres volcán en erupción.

Conozco tus sueños,
pues muchas veces, me he perdido  en ellos.
Conozco tus virtudes, pues día a día las veo brillar en ti.
Conozco tus defectos ¡Que más da! Te amo igual.
Y Cuánto más te conozco
más amor desbordas en mí.

Ay, vida mía, ¡Cuánto te conozco!
Para mí eres predecible,
No hay enigmas en ti.
Los años como dos robles nos juntaron,
en sus hojas muy juntas nos pegaron.
Te conozco tanto, tanto,
como tú me conoces a mí.

Autora.Edith Elvira Colqui Rojas-Perú


Mi edad


No necesitas saber mi edad para amarme.
No necesitas siquiera tocarme.
¡Mira en mis ojos, brilla mi alma!
¿Necesitas saber mi edad para amarme?
Soy lo que ves.
Mira las estelas de mi alma,
La bondad no tiene edad.
Los valores  tampoco lo tienen.
Mira los colores de mis pensamientos.
Mira las flores de mis sentimientos.
Y me conocerás.



La edad, el color, la raza.
No importan cuando uno ama.
Y si hay alguien se preocupa de estas cosas.
No entiende, jamás entenderá
Las llamas del verdadero amor.
Que trasciende edades y distancias y solo ama,
porque eso le inspira el ser que quiere.
La edad es barrera,
para el que no ama a plenitud.
Y se refugia en prejuicios,
sin pies, ni cabeza.
Ama el que no pide nada a cambio.
Ama el que no exige al otro.
Ama el que acepta al otro como es.
¿Aún te interesa mi edad para amarme?

*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perù