En los bosques del silencio (Gótico surrealista)

En los bosques del silencio (Gótico surrealista)

En los bosques del silencio

silban las ánimas

con voz aterradora agorera,

se sienten los pasos de la muerte

en sus vientos cansados, helados.

Juega con los cabellos las sombras,

y los árboles mudos se mofan del miedo.

Voces de ultratumba estremecen

dejando en ambiente cargado.

Los pantanos se ahogan en lágrimas,

sus ramas secas inspiran nostalgia,

vienen las aves negras del desconcierto,

la soledad mata sus últimas hojas verdes,

se oyen los pianos de la monotonía,

gritos aterradores desgarran el alma,

dejándola indefensa y desnuda.

Sus latidos de ultratumba

llevan al culmen del paroxismo,

¡Desenfreno total en su explosión de terror!

Muerte súbita,

sangre derramada por todos lados;

rito macabro,

en su final estado.

Ángeles negros revoloteando,

se llevan los cadáveres

como ofrenda al rey del mal desquiciado;

él liba la sangre regocijado.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

MI CABALLO ESTEBAN

MI CABALLO ESTEBAN

MI CABALLO ESTEBAN

Tengo un caballo bello,

le puse de nombre  Esteban,

porque es un caballo muy  aguerrido,

pero tierno;

conmigo el gusta jugar.

Le doy pasto entre sus dientes

y luego me lame la cara de felicidad.

¡Ay mi caballo Esteban que lindo en el prado se ve!

Parece un caballero hidalgo con gran señorío.

Es mi caballo preferido

yo lo amo

y le doy toda mi atención,

estoy atenta cuando tiene  hambre y frío

y lo llevo a comer y dormir.

Mi caballo Esteban

es un regalo de Dios,

pues es mi compañero

luego de la enfermedad que me dio.

Mamita lo trajo a casa porque el médico lo sugirió

a mí me calma los nervios y me anima a vivir.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

CUANDO ME DISTE EL PRIMER BESO

CUANDO ME DISTE EL PRIMER BESO

En una tarde estival,

me diste el primer beso

lleno de amor celestial.

Fue una tarde onírica

entre pájaros, jazmines y aromas de amor.

En ella temblaba la inocencia en sus albos hilos,

y entre las bambalinas del ramaje de los árboles,

nos amamos, presurosos, libres, ansiosos...

Luego del encuentro ansiado,

corrían las emociones en sus botes de histeria,

no sabíamos si reír o llorar de tanto placer.

Fue el instante mágico más hermoso,

que quedó grabado

como un "flash" eterno en mi ser.

Yo sentí jubilosa,

como el cielo había bajado a mis pies,

¡Esto era sublime realidad,

 no era un arlequín inventado por mí!

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

Palabras claves: Histeria, Arlequín, Onírica, Estival, Bambalina

ENCARCELADA EN TUS PUPILAS

ENCARCELADA EN TUS PUPILAS

Encarcelada en tus pupilas,

viviendo en tu mirada,

soñando en tus sueños,

mordiendo los lapiceros del dolor,

me has dejado aquí enamorada y varada.

Me atrapaste en tus instintos,

me sedujiste con tus vinos tintos,

y al marcharte,

presa me sumiste en la más fiera oscuridad de halcones negros.

Aquí encarcelada, cuento las monedas de mi insensatez,

pago la condena de haberte amado con toda el alma,

aquí solo recibo la visita de mis compañeras lágrimas

y una voz oscura que me grita ensordecedora:

"No es bueno amar con toda el alma, siempre uno debe guardarse sus reservas"

Pero, yo le respondo acongojada:

En los escenarios del amor

yo solo sé amar, completa y toda,

estoy dispuesta a pagar los vestigios de mi derrota.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

DEFENDAMOS NUESTRO PLANETA (Poema libre)

DEFENDAMOS NUESTRO PLANETA

Defendamos el planeta como leones o tigres,

nuestra voz limpia alcemos  

para protegerla de su depredadores,

de sus gases tóxicos y contaminantes,

de las bombas atómicas y armas químicas tan destructivas.

Defendamos nuestro planeta a punta de voces y de letras,

también sembrando plantas, reciclando y concientizando.

Nuestro planeta, nuestra pobre madre tierra,

tanta contaminación ya no aguanta,

se mueren sus peces, se contamina el espacio aéreo, se intoxican sus mares y plantas.

Su pobre capa de ozono cada vez más se resquebraja.

Clamemos hermanos, no seamos indiferentes,

nuestra casa está en peligro,

a nuestros hijos y nietos no les espera un buen destino.

A tiempo y destiempo

la voz alcemos,

y unificados todos la tierra defendamos.

Queremos aires limpios,

aguas sin manchas,

animales que no se extingan,

mariposas rodearnos contentas,

aves volando libres,

flores decorando la tierra;

hombres felices en paz sin guerras.

A los gobernantes del mundo les decimos muy claro,

dejen de contaminar, activen políticas de bienestar general.

No gasten dinero en armas y en bombas infructíferas,

mejor inviértanlas

en sembrar árboles y en campañas de protección del medio ambiente,

¡Menos congresos y más acción!

Por eso con uñas y dientes,

defendamos nuestro planeta,

nuestro hábitat creado con tanto amor por el creador.

Ningún otro planeta tendrá las condiciones ni los medios

para satisfacer y hacer feliz al hombre

como su casa oriunda.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

DEFENDAMOS EL PLANETA (Décimas espinelas)

DEFENDAMOS EL PLANETA (Décimas espinelas)


Defendamos el planeta,
de la contaminación,
de la cruenta polución,
¡Mira su capa se agrieta!
Salvarla el mundo prometa,
no queremos su exterminio,
amamos el predominio
de su cara alba lozana,
¿Qué nos espera el mañana?
Su muerte es mi vaticinio.

Defendamos nuestras aves,
defendamos nuestros peces,
con valentía y con creces,
de esas lesiones tan graves.
Tienes en ti muchas llaves
para salvar nuestro mundo,
que muere cada segundo,
que suplica por su vida,
y que se sane su herida.
¡Respetarla, yo te infundo!


Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

FUI DE TI

FUI DE TI

FUI DE TI

Mis manos fueron tus manos,

mis ojos fueron tus ojos;

tus sueños mis sueños,

mi piel, tu piel,

¡Mi vida se hizo tuya!

Fuiste tacto de mis sentidos,

latido largo en mi corazón;

para ti cual flor inocente,

me pinté de mil colores.

Inventé mil excusas para verte,

mis poemas tenían tu cuerpo, tu voz,

¿Qué flor no inventé para ti?

Qué rosas de amor no te di.

Pero tú te marchaste por la acera gris,

no sintonizabas con mi amor,

no adivinabas la frecuencia de mis latidos;

el sol de amor que entraba diariamente por tu ventana

y que yo gentilmente te regalaba.

Fui de ti

como las flores de la primavera,

como la luna de la noche,

como ese terno favorito de tu clóset.

Pero tú no  advertiste que mi corazón te idolatraba,

que se hacía un agujero de ternura solo por ti.

Tu medías y calculabas tu amor,

pero no calculaste en tus libretos, que yo me iba a cansar,

que un día abriría esta mariposa los ojos

y que iba a volar.

Te di todo, quizás mucho,

pero mi alma vacía no se va a quedar,

de tus marcas de amor me voy a curar;

allá en el lejano horizonte hay otras nubes que explorar. 

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados