Mojo mis pies a orillas de la playa,
me acaricia la voz del mar inmenso,
siento gozo y placer, sincero, intenso,
¡Paz y serenidad en mi muralla!
Las gaviotas me besan las quimeras,
aquí feliz comparto su revuelo,
me inspiran en sus cánticos de cielo,
¡Ansiando que a mi playa tú volvieras!
En tus orillas mansas, mi hada hermosa,
mi esencia resplandece luminosa,
¡Se llena de la magia de tu olor!
Me sonríes sedienta de calor,
tus olas y sus voces agitadas
entretienen mis ansias biseladas.
Disfruto en tus miradas
de niña sosegada y melancólica;
esposa de Neptuno: ¡tú, simbólica!
En la segunda mitad del siglo XIX los poetas parnasianos modifican formalmente el soneto introduciendo cuatro rimas, en lugar de dos, en los cuartetos (ABBA–CDDC); terminándolo en un pareado final (a semejanza del soneto inglés) o colocando los tercetos antes que los cuartetos (soneto al revés).
Prueba de ello son los siguientes esquemas rimáticos, además del marótico, francés e inglés, que utilizara en sus obras poéticas Charles Pierre Baudelaire (1821–1867):
ABAB–CDCD–EEF–GFG
ABAB–CDCD–EEF–GGF
ABBA–CDDC–EEF–EFF
ABBA–ABBA–BAA–BAB
¿Qué dirás esta noche?
¿Qué dirás esta noche, pobre alma abandonada?
¿Qué dirás, oh, corazón, antaño envejecido,
a la muy bella, a la muy buena, y a la adorada
cuyo mirar de gloria hoy te ha reflorecido?
Pondremos nuestro orgullo cantando en su loor;
su autoridad es dulce como un amor soñado;
su carne espiritual tiene un angélico olor;
sus ojos nos revisten de un hálito irisado.
Ya sea por la noche reinando la quietud;
ya sea por la calle con ruido y multitud,
su fantasma en el aire vibra como un destello.
A veces habla y dice: “Soy bella y me apasiona
que tan sólo por mi amor améis sólo lo bello.
Soy Ángel de la Guarda, soy Musa y soy Madona”.
O las que incluyera José María de Heredia (1842–1905) en “Les trophées”:
ABBA–ABBA–CDD–CEE
ABBA–ABBA–CCD–DDD
ABBA–ABBA–CCD–DCD
ABBA–ABBA–AAC–AAC
ABBA–ABBA–CBC–BCB
ABBA–ABBA–CDD–CDC
ABBA–ABBA–CDC–DEE
ABBA–ABBA–CDC–DCC
De hinojos fitos
Luis Estoico
De hinojos fitos hállome, señora, A
al darme entrambos ojos miraduraB
que preso estoy en cárcel que no curaB
siquier de acorro o lumbre bienhechora.A
Habéisme dado pena que atesoraA
en sí el punzar de toda la tristuraB
que sedes vos en vez de la dulzuraB
al alma mía hiel amargadora.A
De hinojos fitos hállome que estando C
así mi vida siento en sus finalesD
cual nao yendo en aguas fortunales.D
Señora, dadme al menos y rogandoC
siquiera un breve espacio, pues alientoE
me falta ya… ¡o desviad el miramiento!E
Fuente de consulta:
http://vademecum-poetico.blogspot.com.ar/2009/11/el-soneto.html
Fuente de consulta:
http://vademecum-poetico.blogspot.com.ar/2009/11/el-soneto.html
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