Mi fuente de
inspiración es tu risa, tus ojos, tu voz, tus manos, tu cuerpo…
Mi fuente de inspiración eres tú, sol de mi vida,
que floreces siempre en mis praderas de versos.
Mi fuente de inspiración son esas aves, esos
niños; esas gentes...
Mi fuente de inspiración es el mundo con sus
sales y sus rosas.
Es la naturaleza con todas sus bellezas.
Esos niños del África
esa madre que llora un hijo muerto,
esta tierra que no aguanta tanto desgaste
ambiental.
Ah, mi fuente de inspiración hierve en todo
lo que me rodea,
"Lo más mínimo en la pluma del escritor se
hace verbo
y le anima e incita a cantarle con sus
versos"
Mi fuente de inspiración
está en el campo, en la ciudad, en el espacio, en
el cielo y más allá del cielo.
Hasta en el mundo de las ánimas encuentro algo que
versar.
Y es que la poesía toma el agua de la inspiración
de todo lo que mira, ve, toca, huele, palpa y
percibe.
La señora inspiración vuela como mariposa por
el mundo entero,
esperando que un escritor poeta diestro le ponga
el ojo, se conmueve en ellas,
y la haga resplandecer en metáforas y rimas
inspiradas.
La inspiración pulula por todas partes,
como el arte.
Tiene diversos matices.
Diversas formas que solo el poeta escritor puede
descubrir y modelar.
Cada día que amanece,
la diosa inspiración toca mi puerta desesperada.
Yo le abro
Con mi alma encandilada,
le beso la frente,
la recuesto en mi mente:
La siento mía, la toco, la amo, la siento viva,
y luego me pongo a escribir extasiada y contenta,
¡Estoy en el paraíso!
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos
reservados
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