Mi violín solitario
Mi voz violín solitario,
descansa en su silla de
melancolía.
Ha dejado de entonar sus
notas de alegría
y se mece en el viento del
dolor.
Busca guarida,
en el cielo, en el viento, en
una flor...
y no la encuentra.
Su pecho aciago,
abraza tristeza, tras
tristeza.
De nada quiere hablar ya.
Quieto, estático, mudo se ha
quedado.
No hay dolor mas grande,
que la tristeza en soledad.
En donde nadie se inmuta a
tus gemidos
en donde todos ignoran, que te
duele, que te molesta o que te hace sufrir.
Allí en ese dolor escondido
de voces de violines muertos,
tocas la cara de la muerte
piedra dura.
Te araña la espalda la
suprema melancolía
en violines solos,
llorosos...
Y el alma ensombrece,
incrustada en rosario de
penas,
¡Más valdría desaparecer de
este mundo, no existir!
Edith Elvira Colqui
Rojas-Perú-Derechos reservados
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