MANOS HELADAS DEL INVIERNO
Las manos heladas del invierno
han dejado su huellas taciturnas y tristes,
los caminos de árboles de cerezos en vueltos en
neblina y nieve
susurran versos colmados de frío.
Un gorrioncillo mojado
entona sus agónico canto en mi ventana
llenando de azul melancolía mi alma,
¿Cuando se irá este crudo invierno
que hiela mi cuerpo y mis sentidos?
Las calles ya no lucen el amarillo del sol en
su mirada,
los niños juguetones ya no salen a jugar al
parque alborotados,
y hasta las ramas secas guardan un silencio
misterioso;
¡Todo parece tan vacío y monótono!
Por la tarde a salido un sol tenue,
alegrando las calles y las ramas congeladas;
una chispa de ilusión su luz se enciende
en mi barrio y en mi corazón aciago impotente.
¡Oh invierno, de manos blancas inclementes y
frías!
No congeles mis sueños en tus vientos helados.
Prometo vencer tus frialdades
en mis lámparas de fuego esperanzadas.
Autora: Edith Elvira Coilqui
Rojas-Perú-Derechos reservados
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