© SOY UN PEZ SOÑADOR

SOY UN PEZ SOÑADOR

Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

sábado, 7 de mayo de 2016

Carta de una madre a su hijo (para mi hijo Moises)


Hijo hoy quiero decirte
que si tuviera más ojos.Más vientres.Más vida.
No dudaría en regalártelos día a día.
Ser madre es un privilegio que ha dado dios y la vida.
Un regalo inmenso que no se compra con joyas, dinero ni diamantes.
Sentirte entre mi vientre.Darte de lactar
verte caminar por primera vez,
¡Verte salir a tu primer día de clases!
Son recuerdos imborrables en el corazón de una madre.

Hoy más grandecito,
y yo con algunos achaques,
la vida me devuelve con creces.Todo el amor que he brindado.
Pues eres tú quién me atiende y me ayuda,
 Querido hijo del alma.

Tu hermano ya formado.Sigue el camino recto trazado.
Los valores ya estan sembrados.
Hoy miro sus frutos con alegría.
Gracias Dios mío.
por darme estos  hijos adorados.

Hijo pequeño
Tú sigue los consejos de tu  padre y tu madre
y te irá bien en todo.
Sé valiente en el camino de la vida.
Ama a tu prójimo.
Respeta a tus maestros.
Y sobre todo sé agradecido con Dios
Por que él me dio la vida,
para poder regalártela yo a ti también.

Tú y tu hermano Ysmael son mi orgullo, mi prenda.
Mi medalla más grande.
Mi diploma brillante.

Te amo, Moises.

jueves, 5 de mayo de 2016

CLAVASTE LA ESTOCADA MORTAL



Clavaste la estocada mortal,
y ella se clavó justo en mi corazón.
¡Mira como se desangra de amor!
Gota  a gota te implora ¡No te vayas por favor¡

Amor ¿Por qué te fuiste sin razón, ni medida?
No sabes que al marcharte,
 ¿Dejabas sangrando una cruel herida?

Muy amargas son las lágrimas de mi corazón herido,
¡Ya casi parecen un río!
Nadan errantes, 
de la mano de mis sueños, que yacen perdidos...

Vuelve amor mío.
Que la estocada que lanzaste me consume, me ahoga.
¡Hiela mis huesos y mi piel!

Desde que te fuiste amado,
 mis esperanzas quedaron sin traje de luces.
Sin aplausos quedó la arena.
Sin orejas, sin rabo, sin olés de emoción.

Amor,  clavaste la estocada mortal
Cuando dijiste ¡Me voy!
Y mi corazón, 
exhalando está, sus últimos gemidos.
Poco a poco en la arena, 
expira sus últimos latidos...
¡Ay! muere,
se muere de amor por ti.

**Autora: Edith Elvira Colqui Rojas -Perú


miércoles, 4 de mayo de 2016

Dile a ella


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Dile a ella, que no le guardo rencor, por robarme tu amor
Porque el corazón que ama, no puede odiar
 al que algún día amó.
Dile a tu nuevo amor
Que sólo existen para mí,
 Tus recuerdos bellos que me hacen vivir feliz.
El amor si se esfumó no podemos retenerlo con los pies
Hay que dejarlo ir, si dejó de florecer.
¿Que  se sufre? ¡Por dios claro que se sufre!
Pero es mejor la verdad clara.
Que engaño eterno.
Dejar ir la paloma 
No retenerla en jaulas de hierro, si ya no se siente a gusto.
Mejor dejarlo ir, que vuele a su cielo nuevo ¡Que sea libre¡

Dile a ella, 
Que le deseo suerte.
Que ojalá llene los vacíos que quedaron entre tú y yo...
Que te arrope, que te cuide.
Que te reciba con un beso en la frente,
Que deje en el horno tu comida caliente...
Que te envuelva con perfumes de amor como lo hacía yo.

Dile a ella
Que me voy con el corazón pacificado,
de haber amado, y sentirme feliz por ello.
Que me voy,  con la esperanza de que seas feliz.

Yo estoy segura que en otro puerto
Una nueva luz de amor  brillará, para mí...

Autora  :Edith Elvira Colqui Rojas - Perú 

CASA DE AMOR


Haremos nuestra casa de amor en una roca lejana y alta. 
En medio del mar.
En una roca alta, muy alta.
Para que nadie nos encuentre,
Para que nadie sepa que nos amamos solitarios y felices.
Haremos una casa de amor en una peña alta.
Para ver desde lo alto todo el inmenso mar.
y para que él nos vea,
nuestros  besos de olas y nuestras caricias de vientos.
¡Y el mar ancho será testigo de nuestro amor!

Nuestra casita sentada en la pequeña
Es casa  grande en amor. ¡Allá en lo alto!
Casa de amor en la peña
Casa de amor que venció a la gravedad
Que venció a las barreras,
Casa de amor que venció, rayos , truenos y tormentas.
Casa de amor que se mantiene sólida allá arriba, en la peña, solitaria, pero brillante.
En medio del mar...

Esta casa de amor ¡Quién la construyó?
Fue nuestro amor la que la edificó.
Brille siempre en nuestros corazones, amor mío,
¡Nuestra casa de amor!

**Autora:Edith Elvira Colqui  Rojas-Perú.

martes, 3 de mayo de 2016

¿Dónde estás Hijo?




¿Dónde estás hijo?...
Saliste temprano de la casa.
Me diste un beso en la frente.
Y nunca más regresaste.

¿Dónde estás hijo?
Te busco en las esquinas más recónditas
 En la noche solitaria
 Entre las rieles de los trenes
En hospitales que hierven de gente.

Y no te encuentro.

¿Dónde murió tu ternura infantil?
¿En que recodos se escondió tu sonrisa?
¿Tiene la muerte el color de tus ojos?
¿Subiste tarde al carro de la vida?
 Me duele este acertijo.
Todavía no concilio el sueño, 
 Hace tiempo lo tengo perdido,
entre las arrugas de mi frente.
¿Acaso te llevó la policía?

Quiero ver tu rostro.
Para dormirme en la cama de la vida tranquila.
¿Dónde ocultas tu vida?
¡Donde tu voz habla!

Quiero que regreses conmigo, a casa.
Tengo la cocina prendida,
y un plato de sopita humeante 
Para ti ¡Hijo de mi alma¡
¡Mira hasta el hambre de mi estómago ha huido
por ti!...

Quiero tu recuerdo danzante en la casa,
Extraño  tu alegría soberana...
¿Dónde estás hijito de mis entrañas?
Mi alma se quiebra en dos.
Tu sombra se ve muy negra desde aquí,
Mis lágrimas mojan su silueta.
¡Yo estoy, tan cansada!
¿Dónde estás hijo?...

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú

Vi un ángel



Esa noche 
 vi un ángel
Su rostro resplandecía radiante
Su túnica  de un blanco fulgurante.
¡Era tan hermoso!
Tenía la mirada muy dulce y me llevó de la mano
por los cielos levitando.
Vi entonces una miriada de ángeles
Todos entonando cánticos sublimes,
Tocando algunos sus sonoras trompetas
alrededor de un ser muy blanco, sentado en un trono.
¡Qué espectáculo tan fascinante¡

Luego mi ángel me llevó a otro lugar, 
 donde habían otros ángeles que tenían  copas doradas y las vaciaban hacia la tierra.
¡Que habrá en esas copas! Me pregunté asombrada.

Más allá vi otro grupo de ángeles que llevaban en sus manos, unos rollos. Que tenían mensajes para la tierra.
Y otros ángeles un poco tristes,
que pesaban en balanzas
las bendiciones y fatalidades.
Hay mucho trabajo en este mundo.
Me dijo el ángel
-¡Mira allá!... ¡Esos ángeles que en  escalera de nubes
 que bajan del cielo a la tierra!...
Muy impresionada por estas visiones,
Me entró un feroz escalofrío,
Mis manos sudaban...
¡Mi cuerpo, ni lo sentía!
Pero el ángel me dijo que tenga calma,
que ya volveríamos a la tierra.

Ya en mi cama mis ojos se abrieron,
y sentí una paz blanca que nunca había sentido.
¡Cuánto misterio esconden, 
estos seres alados!...
Autora-Edith Elvira Colqui Rojas-Perú -2/05/2016

domingo, 1 de mayo de 2016

DUALIDAD

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Bebí la copa de oro,
La que tiene los rubis y diamantes incrustados.
De pronto.Sentí escalofríos y vómitos
Se me retorcían los intestinos.
Me convertí en un ser monstruoso
Sentí que se desgarraba mi espalda y me crecían alas
Y unos colmillos filudos rodearon mi boca.
Desde donde lanzaba fuego calcinante.
Mis ojos se desorbitaron.
¡Entré en éxtasis!
Sentí retorcijones por todo el cuerpo,
Y poco a poco, 
dolorosamente,
mi cuerpo,
se desdoblaba en dos partes.
Una parte conservó la imagen del monstruo,
y la otra se hizo un ángel brillante.
La eterna dualidad del bien y el mal
Habitando en mi cuerpo...



**Autora:Edith Elvira Colqui Rojas- Perú
(1/05/2016)