Esa noche
vi un ángel
Su rostro resplandecía radiante
Su túnica de un blanco fulgurante.
¡Era tan hermoso!
Tenía la mirada muy dulce y me llevó de la mano
por los cielos levitando.
Vi entonces una miriada de ángeles
Todos entonando cánticos sublimes,
Tocando algunos sus sonoras trompetas
alrededor de un ser muy blanco, sentado en un trono.
¡Qué espectáculo tan fascinante¡
Luego mi ángel me llevó a otro lugar,
donde habían otros ángeles que tenían copas doradas y las vaciaban hacia la tierra.
¡Que habrá en esas copas! Me pregunté asombrada.
Más allá vi otro grupo de ángeles que llevaban en sus manos, unos rollos. Que tenían mensajes para la tierra.
Y otros ángeles un poco tristes,
que pesaban en balanzas
las bendiciones y fatalidades.
Hay mucho trabajo en este mundo.
Me dijo el ángel
-¡Mira allá!... ¡Esos ángeles que en escalera de nubes
que bajan del cielo a la tierra!...
Muy impresionada por estas visiones,
Me entró un feroz escalofrío,
Mis manos sudaban...
¡Mi cuerpo, ni lo sentía!
Pero el ángel me dijo que tenga calma,
que ya volveríamos a la tierra.
Ya en mi cama mis ojos se abrieron,
y sentí una paz blanca que nunca había sentido.
¡Cuánto misterio esconden,
estos seres alados!...
Autora-Edith Elvira Colqui Rojas-Perú -2/05/2016