Los días, se hacen mas largos sin ti,
veo tu figura por todas partes,
y tú, no vienes.
Me soplan los aires de la melancolía.
La tarde llega con su abrazo de desconsuelo,
asoma en mis mejillas, alguna lágrima derrotada.
Amado, cada día me invento nuevas lunas,
para no extrañarte.
Y descubro,
que no puedo esfumar tus recuerdos de acero.
Mis violines quedaron mudos,
mis rosas de amor se mueren lentamente.
Ya no soy la misma,
desde que te fuiste.
Ya no fabrico caracolas de plata entre mis dedos,
ya no miro la cara de Dios, entre los cielos de tus ojos.
Ya no oigo los mágicos cánticos de los pajarillos.
Nuestras calles favoritas silenciaron.
Algo de mí murió, desde que te fuiste.
Se quiebran a pedazos, nuestros vasos de amor,
y no puedo hacer nada.
Hoy prometo,
dejar ir a los barcos de tus recuerdos.
Ya no pensaré mas en ti.
Volarán palomas tus besos,
emigrarán erantes tus abrazos.
Tus caricias se disolverán en el pozo del olvido.
Luego del ritual del adiós,
prenderé la luces de la esperanza,
me bañaré en el manantial del optimismo.
Sí volveré a ser la mujer de antes.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas- Perú-derechos reservados