Ahora el velo de la noche
quiebra mi alma en llanto negro
¡No, no hay piedra que recoja tanto dolor!
La noche asfixiada en su marasmo de incomprensión
gime,
¡Pobre pajarita sensible
le despedazaron las alas!
Y llora su fúnebre agonía
en la soledad de su paraíso gris
sola
sola
desolada
sin luz
¿Quién le devolverá la ilusión vela partida?
¡Quién compadecido le lamerá las heridas!
Llora, llora la noche
desvelada
agitada
desesperada
inerte.
Lora la noche
incesantemente como lluvia,
y yo lloro con ella,
abrazada a sus melenas.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados/ copyright ©