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Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

martes, 9 de julio de 2019

DESPERTÓ LA MARIPOSA

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DESPERTÓ LA MARIPOSA

Te lo dije,
¡Te dije que la mariposa iba despertar!
Que por mucho tiempo no iba aguantar
ser la última nota en la escala de tu pentagrama,
la que todo lo soportaba sin una palabra de reproche,
que no siempre iba a creer tus palabras chocolate,
ni tus engañosos artes  y tretas.

Ella despertó hoy,
abrió los ojos,
y vio que no era, quien tú decías que era.
No era tu mundo, ni tu sol.
Contigo se veía pequeña, una flor abandonada en el desierto,
pero despertó,
y elevó sus alas y tomó conciencia
de que no era tan pequeña como le hacías creer,
que tenía voz, que su cuerpo y alma eran hermosos,
que nadie podía minimizarla.

Y voló y vivió, y se dio cuenta de su valía
 y entonces por  amor nunca más lloró
y besos y caricias nunca mas mendigó,
porque descubrió que era una bella mariposa 
con un sin fin de oportunidades,
sintíó, que valía mucho , que era muy especial.

Y voló muy alto y sonrió agitándo las alas,
liberada de ese hombre que le hacía senir
que era un guiñapo, o el único que la iba a querer,
negándole el derecho a ser feliz fuera de él,
y a sentirse amada plenamente con otro querer
o sola sin barreras para ser feliz.
La mariposa despertó, ¡al fin despertó!
¡Tú también despierta, mujer mariposa!

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

SE VA MI AMOR


SE VA MI AMOR

Se va mi amor
y me deja crucificada en mil clavos sangrantes de dolor.
Se va sin mirar atrás,
y yo me quedo vestida en nubes de pena
y en paraguas de eterna  soledad.

El tren del adiós le espera,

las rieles de la lejanía se lo llevan;
no funcionó nuestro amor de novela
y sin reparos de mí se aleja.

¡Ay, cuánto dolor en el pecho

cuando una amor se va!
¡Ay, cómo duelen las dagas de un amor que fugó sin mirar a atrás!
Te arrancan una parte del cuerpo;
te sientes morir de la decepción,
¡Hondo dolor,
honda tristeza me cincela hoy el corazón!

Mariposas lilas de pena me rodean,

sentimientos fúnebres desiertos se mecen en mi alma,
me he quedado encerrada, petrificada
en las tristes y jadeantes maletas de la soledad.



Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

A FRIDA

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A FRIDA
Frida 
flor de hierro,
Frida margarita  delicada ilusionada.
Pintora dedicada,
tu vida y tu obra son 
obra trascendente, luz en la alborada,
¡Cuánta enseñanza para la raza humana!

Sol que sabe salir,
luego de los nubarrones y las lluvias copiosas.
Fémina talentosa,
tú eres la mejor pintura de la vida en toda su gama.

Frida mujer liberada,
Frida rosa dolorosa apasionada,
Frida pintora exitosa,
Frida orquídea de sabiduría,
Frida, cucarda enamorada.

Tus pinturas te retratan 
en el crisol del sufrimiento
pero son el fermento de los frutales de
tu gran talento.

No hay valla que no salten
tus alas inmortales inspiradas,
una cama no te corta las ansias de soñar y triunfar en lo que más te agrada
pintar y trascender.

Eres  un modelo de artista y mujer,
con la bandera del coraje vences los clavos de la adversidad
y por ello tu legado se hizo musa inmortal.


Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

inspiración 149 imagen 2 EL ÚLTIMO OTOÑO DE MI MADRE (PROSA)




EL OTOÑO DE MI MADRE (PROSA)


EL OTOÑO DE MI MADRE (PROSA)
Llegaron las notas melancólicas del otoño a las calles de mi ciudad adorada,
llegaron con sus mil mantos de lluvia trayendo sus gotas húmedas de inmensa melancolía,
Yo amo el otoño, pero este año ha venido cargado de aguaceros de tristeza, presagiando quizás la muerte de mi madre, que yace convaleciente en un rincón de la casa.

Abro las ventanas de su cuarto para que tome aire fresco y al ver las hojas amarillas fúnebres caer, siento una punzada sangrante en mi alma y medito acongojada: "mi madre se irá ligera como las hojas de este otoño, ya la vida no le alcanza y estoy segura que si se va, mi ser llorará en mil aguaceros de pena"

Estas calles otoñales en copiosas lluvias me estrujan el alma de dolor.
Mi madre poco a poco se acaba como vela, ¡Y yo sin poder hacer nada!
Solo sigo el paso de la vida monótona sin resistirme, como esta lluvia de melancolía callada.

No me gusta verla sufrir, el doctor dice que son sus últimos días y por ello no me despego de ella, estoy muy presta a cada uno de sus órdenes, pedidos y antojos de alimentos (Me pide muchos gustos los que  procuro satisfacer con agrado y paciencia)

Otoño sigue lloviendo afuera y en mi alma también llueve al lado de mi augusta madre,
ahora me ha pedido que le lea un pasaje de la biblia, ese que dice : No temáis en la casa de mi padre muchas moradas hay ; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros, de Juan 14:2  y luego que he terminado, su rostro triste se ha iluminado en sol de alegría y esperanza y me ha contagiado su gozo  y a mi mente han venido esas lamparillas que alumbran las calles afuera. Esas lamparillas que hablan de esperanza en la vida eterna, y nos hemos consolado ambas de la pena y nos fundimos en un abrazo profundo que trasciende esta vida.

Luego a las  once de la noche me ha dicho: -Hija llama al cura, ya siento que me muero - y  corriendo he salido, tomé un taxi y le he traído al cura a su lecho para que le dé los santos óleos, ha comulgado piadosamente, su alma entró en calma interior.
Después le agradecí al cura y le di una propina y lo lleve a su iglesia.

Al regresar encontré a mi madre dormida, como sedada, entonces le he pedido perdón de mis faltas de niña, adolescente y adulta y le he prometido luchar por la vida como ella siempre renovada y valiente, luego, llamé a mis hermanos y padre para que se despidieran de ella. Uno a uno se encerraron con ella en privado, y afuera otoño seguía lloviendo en llanto al igual que mi ser.

Luego de que mi padre y hermanos se retiraron, cerré la puerta de su habitación la arropé bien, le hice la señal de la cruz en su frente y le di un beso en su mejilla, mi corazón presentía su despedida de esta vida y latía triste en su crucificada hora.
Luego, coloqué un colchón a su lado y me dispuse a dormir
y a las doce emitió un grito exhalando su último aliento yo la cogí de la mano para que se vaya tranquila y allí feneció en paz.

Han pasado treinta años desde que ella partió y  estos otoños largos de lluvias imparables me recuerdan su lucha, su brega en su lecho de enferma, y quiero quebrarme de dolor, pero al ver las lámparas de la calle que ilumina este otoño frío, recuerdo esos versículos de la biblia que siempre me pedía que le leyera:  : “No temáis en la casa de mi padre muchas moradas hay ; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros” y me tranquilizo y alegro y tomo alieno para seguir esta vida sin sus rosas de compañía y prometo a su alma, a su nombre, ser mejor persona cada día.


Autora: Edih Elvira Coqlui Rojas-Perú-Derechos Reservados

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Inspiración 149 imagen A SER MADRE POR SEGUNDA VEZ (POEMA)



SER MADRE POR SEGUNDA VEZ

¡Oh mi pequeño hijo
flor de manzano!
Mi terroncito de nieve,
¡Soy tu madre que de ternura
al verte, en mil bandejas de amor llueve!

¡Oh mi limonero tierno!
dame un abrazo sereno.
En la campiña del mundo
hay mucha maldad,
yo te cobijaré con mis brazos leones,
te defenderé de los lobos y dragones.

Soy tu madre primavera,
que en mi vientre otro retoño espera.
Será tu albo hermanito
que compartirá contigo emociones y gritos;
penas y alegrías en una sola gavilla unificada,
¡Serán rama de amor que jamás se acaba!

¡Felicítame
mi niño bendito!
voy a dar a luz una nueva aceituna de vida,
¡Abrázame mundo!
Que la felicidad hoy salta en mi alma con su aliento gozoso y profundo.
¡Ser madre, ser madre es el regalo más bello del mundo!

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados




SUEÑOS DESPINTADOS

Resultado de imagen para LA MUERTE Y LA VEJEZ
Solo quedan sueños despintados
de lo que un día fueron cuerpos lozanos,
ahora son quedan sombras de un pasado olvidado
en telarañas de soledad marcada.

Ayer fui coqueta mozuela,
tú un fornido galán,
todo se lo llevó el ajado tiempo
en sus huellas pasadas
¡Esta historia me hace llorar!

Seguiremos adelante
en las cuerdas largas del tiempo,
seguiremos el pétreo monumento del destino.
Ya recorrimos  buen tramo del camino
y nos espera el descanso
en sus asientos de nubes de cielo.

Allí no habrá lamentos, ni vejez
allí descansaremos de labores y penas.
¡Qué siga el carnaval de la vida,
que yo estoy preparada para despedir mi ocaso!

Autora: Edith Elvira Coqui Rojas-Perú-Derechos Reservados



lunes, 8 de julio de 2019

SOMOS UN ECLIPSE TOTAL DE AMOR

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SOMOS UN ECLIPSE TOTAL DE AMOR
Tú fuiste el amor que supo llegar poco a poco a la luna de mi corazón,
subiendo por mis escalinatas,
bajando por mis laderas,
siguiendo mi norte,
alumbrando mis mañanas frías,
acompañando mis noches lluviosas,
volcando todo el fuego de tu pasión en mí.

Y te instalaste en lo profundo de mi alma,
e hicimos un eclipse total de amor.
La boca de mi luna 
se unió a tu sol de amor,
mi piel en la tuya se fundió,
y fuimos un solo corazón.

Eclipsados en una sola masa de querer
en un solo puñado de sentimientos,
en un solo rayo de amor:
fuimos señora y señor.

Juramos amor eterno contra el tiempo,
deshojamos mil primaveras en nuestra entrega,
abolimos la palabra imposible
en nuestro idilio.

Somos un ejemplo de amor inmortal,
que no se hiela con el tiempo,
que no se seca con la lejanía;
un amor sincero, con huellas de verdad,
¡Ves amor,
 en el cielo se ha grabado nuestro amor eclipsado enamorado!

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
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