¡Cuánta gente muere en los hospitales!
¡Cuánta gente muere en los hospitales!
Cuánta gente sufre por falta del vil dinero,
por instalaciones deficientes,
por falta de medicinas,
o por abandono de los gobiernos.
De pena se muere mi alma
al ver tanta gente abandonada
en los pasillos de los hospitales
sin que nadie se conmueva de sus males.
¡Ay tanta indiferencia descarnada!
Nadie se preocupa por el enfermo abandonado,
¡No son rentables los problemas de los pobres!
¡Ver tanto sufrimiento
de enfermos abandonados,
lacera mi alma y mi mente!
Ayudemos a tanta gente
que no tiene
quien sus males vele.
Enfermeras, doctores,
más paciencia con estas almas dolientes.
Son nuestros hermanos caídos.
Un día puedes ser tú el enfermo
Dios ve las acciones buenas.
Todo en la vida da vueltas.
El bien que hacemos en esta tierra
regresa a nosotros con creces.
Cuando veas a un enfermo en un hospital
recuerda ayudarlo, atenderlo, escucharlo.
No tapes tus oídos con tapias inertes.
Sé un alfarero del bien
que de esta tierra pronto nos vamos todos.
A sabios, ricos, cuerdos y locos
nos espera la hermana muerte.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados