¡Pero qué bello es el amor!
Cuando se sabe cultivar su flor
y se respeta su casto olor.
¡Qué transparente sus ojos!
Si miran con honestidad y respeto
y no se basan solo
en periódicos de sexo escueto.
¡Qué bellos sus sándalos de colores!
Que saben dar flores
y no manantial de sinsabores.
¡Qué hermosa su rubia cabellera!
si el corazón de mimos te llena.
¡Y qué dulce su sabor!
Si están sazonados
con sincera entrega.
Qué amorosos sus mantos,
si nos cubren
en invierno y en verano
y nos saben dar su calurosa mano.
¡Qué bello es el amor!
Si se sabe cultivar
como un bien superior
de sublime valor.
Edith Elvira Colqui Rojas- Perú- Derechos reservados