Todos podemos errar (Soneto clásico)
Que podemos errar es algo cierto,
pues nos equivocamos las personas
a pesar de tener muchas neuronas;
no nos hagamos de ojo tuerto, muerto.
¿O estará siempre bien nuestro concierto?
Pues metemos las patas socarronas
y viperina lengua con sus lomas,
dejando mancillado ajeno huerto.
Quizás equivocados nos dañamos
errando con las manos y la boca,
y unas rabiosas hienas parezcamos.
Quizá pedir perdón mutuo debamos,
pues solo nuestro Dios no se equivoca;
para las riñas tontas ya no estamos.
Autora Edith ElviraColqui Rojas-Perú