© SOY UN PEZ SOÑADOR

SOY UN PEZ SOÑADOR

Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

sábado, 7 de octubre de 2023

Mil gracias OPA por seleccionar mi poema para el tiraje de enero 2024







Mil gracias






A Narges Mohammad






Porque la voz de la paz y la justicia

no se encierra en cárceles mudas,

Narges Mohammadi,

te declaro libre.

 

Eres una paloma de paz

que vuela lejos,

defendiendo los derechos humanos,

y el respeto y dignidad de la mujer.

 

Valiente guerrera,

tu frágil hoja no cierra la boca,

no le teme al hombre y su abusiva roca.

 

Tu piel besa la cárcel

por mantener y defender tu ideal;

eres activista de fama mundial.

 

Tu figura es perseguida y calumniada

por querer un mundo nuevo

sin abusos, ni discriminación;

y como Jesucristo recibes mofa y latigazos.

 

Reverenciaré tus huellas,

serás mi guía

seré de tu legión de guerreros

que por el bien

ponen el pecho sereno.

 

¡Liberen a Narges Mohammadi!

La voz de la verdad

no puede estar encarcelada.

 

Su voz

las cárceles no callarán,

su mensaje se propaga con agallas.

 

La nobel de la paz

merece ser con justicia tratada,

ella es una joya diamantada.

 

Edith Elvira Colqui Rojas-Perú— ©







jueves, 5 de octubre de 2023

No se apaga la esperanza-frase


No se apaga la esperanza

No hay fuego que pueda apagar
la pupilas brillantes de la esperanza,
no hay hielo
que puede congelar las manos
de una fe una sólida.






lunes, 2 de octubre de 2023

Frase del día





©


Todos podemos errar (Soneto clásico)






Todos podemos errar (Soneto clásico)

Que podemos errar es algo cierto,
pues nos equivocamos las personas
a pesar de tener muchas neuronas;
no nos hagamos de ojo tuerto, muerto.

¿O estará siempre bien nuestro concierto?
Pues metemos las patas socarronas
y viperina lengua con sus lomas,
dejando mancillado ajeno huerto.

Quizás equivocados nos dañamos
errando con las manos y la boca,
y unas rabiosas hienas parezcamos.

 Quizá pedir perdón mutuo debamos,
pues solo nuestro Dios no se equivoca;
para las riñas tontas ya no estamos.

Autora Edith ElviraColqui Rojas-Perú