Ya baja sus pestañas la tarde
en sus arreboles de colores;
llegan los caballero de la noche
a besar mis ansias.
Siento su cabalgatas tocar mis linderos.
¡Me cercan en sus tropeles de angustia!
En su carcaj cincelan melancolías púrpuras.
En su luna redonda eclipsada,
veo que él aún me ama.
La noche y su luna reflejada en el agua,
pinta caravanas de plata brillantes.
Su soledad de hojas muertas
alcanzan mis pisadas desahuciadas.
¡Oh noche irreverente!
Mausoleo de mis sueños muertos,
¡No me arrebates las últimas esperanzas de cielo abierto!
Prende tus pupilas estrellas en mis ojos;
hazme creer en su regreso de nuevo pegaso.
Siembra semillas de sensibilidad en su corazón de piedra;
¡Dile presto a mi amado, que vuelva!
El mar sereno bulle en sonatas de Beethoven.
Me da sosiego en mi noche llagada.
Arropa mi nostalgia
y acompaña mi soledad de huesos muertos.
¿Cuándo volverás a mis huertos?
Necesito de la ternura de tus sonetos;
sin ti mis días son conciertos incompletos.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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