TÚ, MI ENCANTO DE EUCALIPTOS
Tú tienes el encanto de los eucaliptos frescos,
tú tienes las llaves de mi
corazón entre tus manos,
tu, solo tú proyectas sol y
primavera en mis campos desiertos...
Contigo no hay lluvia.
Todo es sol a fuego abierto.
¡Contigo la sombra se hace
luz!
Eres manantial fresco que
baña mis costas;
eres sinfonía de ángeles
risueños,
¡Mi Olimpo perfecto!
No necesito llamarte por tu
nombre.
No necesito levantar la voz.
Tú sabes descifrar mis
sentidos;
tú sabes distinguir todas mis
aristas de mujer.
Para mí eres cielo
pacificado,
esas nubes de paz donde calmo
mis arrebatos.
No, no hay secretos contigo,
me descubres toda entera,
Yo caigo rendida a tus pies
como hojas de otoño
enamoradas de su suelo.
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