Corre el Salto ángel
con sus brazos abiertos y sus cabellos blancos mojados;
desde arriba baja la pendiente apresurado y gozoso.
Besa los pedregales,
causa admiración su vestido de agua refrescante.
Su grandeza es casi divina,
con todo su ímpetu de agua brava
viene a llenarlo todo con sus gemir.
¡Qué tersura de aguas
que embelesan!
¡Qué albura sus aguas bailarinas!
Hadas blancas bailan en sus cabellos;
mil mariposas blancas entonan violines en destellos.
¡Salta ángel de tus cielos,
danza agita tus espumas
de blancos pañuelos!
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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