LA TARDE NARANJA
La tarde naranja fosforece,
su sol plateado la embellece.
El sol salió de su baúl dorado,
de amable sonrisa está pintado.
Sus cabelleras largas alegran el mundo;
es un caballero amable, galante y fecundo.
Su toldo amarillo acaricia el corazón,
es una gracia, ¡un divino don!
La tarde eclosiona de vida y esperanza,
aromatiza la vida de templanza.
Su voz bulliciosa
toca los trasfondos de mi alma;
gotea sus vinos amarillos de calma.
Autora: Edith
Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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