Cuidado con quien se entrega
al halago de la boca
y por falsa miel se aloca,
¡Necio los valores siega!
Respeto a sus rosas niega,
perderá su buen ropaje,
al infierno irá de viaje,
¿No sabe que el cuerpo es santo
y que hay que cuidar su manto?
Porque es bendito su traje.
Templo sacro es tu persona,
debes respetar sus batas
sus delicadas piñatas,
Tú dices: mi Dios perdona.
Pero el mismo te arrincona
y te pide cuentas, ¡hombre!
¿Quieres que te apunte o nombre?
Todos seremos juzgados
por los actos sentenciados,
que su juicio no te asombre.
Con excusas sin fermento
bien te forras libertino
tapando tu actuar sin tino,
pero sufrirás tormento.
Dices: “me cuidará el viento,
me esconderá esa pared,
la piel saciará mi sed”
Pero lo ve todo Dios
¿Quieres que te parta en dos?
¡De mis dichos aprended!
Edith Elvira Colqui Rojas Perú Derechos reservados
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