Vendo máscaras en el mercado de la vida,
vendo máscaras de a mil.
Una para cada fiesta, una para cada ocasión.
vendo máscaras de a mil.
Una para cada fiesta, una para cada ocasión.
Si estoy triste, máscara alegre, por favor.
Si estoy cansado, máscara muy adornada y relajada.
Si estoy molesto, máscara con muchas carcajadas.
Si oculto algo, ¡Una máscara muy cubierta, por favor!
Vendo máscaras,
porque en la vida se necesitan muchas,
y para cada ocasión se cambian.
Mis lindas máscaras están colgadas en un rincón,
aunque no por mucho tiempo,
pues un público amable, siempre me las compra.
Todos en algún momento usamos máscaras.
Si te la sacas, puede que no te amen.
Si no la tienes, puede que te aparten.
Yo sólo quisiera la máscara de la felicidad,
que en su aspecto, no tiene muchos colores, ni lentejuelas,
pero tiene una sonrisa realmente feliz.
Ojalá llegue el día que ya no venda máscaras.
Que nadie las necesite,
y todos nos amemos, como somos de verdad.
¡Máscaras!, ¡Máscaras!..
¡Vendo máscaras!...
Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados de autor/copyright ©