Las almas de los niños,
son almas blancas en copos de algodón,
en su tez se refleja solo el bien y la ilusión.
Tienen en sus columpios
un gran corazón.
Las almas de los niños parecen pajarillos en libertad,
libres para decir siempre la verdad.
en su tez se refleja solo el bien y la ilusión.
Tienen en sus columpios
un gran corazón.
Las almas de los niños parecen pajarillos en libertad,
libres para decir siempre la verdad.
Las almas de los niños son lirios blancos
de inocencia y bondad.
No son almas mezquinas,
son almas que saben compartir.
Las almas de los niños que ternura nos dan,
son almas que alegran el hogar,
con sus ocurrencias y travesuras,
sin parar.
¡Ay, las almas de los niños!
Enternecen con su alegría.
Nos conquistan con una sonrisa.
Las almas de los niños son almas benditas:
No les cuesta amar,
y siempre saben perdonar.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-derechos reservados - ©