© ® El Blog de Elvira Colqui Rojas (protegido por ley)

LA CARTA

Una carta he encontrado en mi buzón,
¡Una carta!
En ella me dices que te vas,
¿Por qué amor mío, tuviste que marcha?
¡Por qué a otro monte huir!
¿No te bastaron mis besos?
¿No te bastaron las muestras de mi acendrado amor?

En que playas vararon nuestras promesas,
en que mar,
en que aire, se disolvió el amor,
¡Dímelo, dímelo por favor!

Por ti, todavía conservo, las alcuzas del amor,
y aquí, me tienes, estrujando esta carta,
con el corazón roto,
con los ojos ensangrentados,
con el alma, hecha pedazos.

Aciaga carta, triste vida,
¿Por qué me dan a beber el licor de la amargura?
¿Por qué el amor, no se paga con la misma moneda?
porque vi tu rostro un día...

Me embriagaste con tus perfumes de amor
para luego dejarme, desterrado y sola,
sola, con esta carta,
y un puñado de recuerdos,
que me ahogan.

Han pasado diez años,
y todavía tengo esta carta,
amarilla y ajada en mi bolsillo,
todavía te recuerdo,
tu amor se quedó pegado en mí,
como los sellos de esta carta.

Lluvia de mariposas blancas

Resultado de imagen para mariposas blancas FOTO GRATIS LIBRE DE DERECHOS

Lluvia de mariposas blancas,
caen del cielo,
se enredan en corazones blancos
tan puros, tan leves,
como copos de nieve,
caen en silencio
se posan en las flores,
tan pacificadoras,
las veo.
Extasiada...

El gato suicida

Un gato ha quedado atrapado en la copa de un árbol,
el pobre maúlla tanto
que toda la gente lo advierte:
Miau, miau...

Pobre gatito tierno,
por ser tan descuidado,
fue a parar al infierno.

¡Quédate estático gato te vas a caer!
La gente se desespera,
¡Que lo baje alguien!
¡Que lo rescaten!

Un joven arriesgado va a subir al árbol,
Coge con cuidado al gato,
pero este se asusta y se resiste,

- ¡Ven, gatito tierno!
- ¡Ven, costal de pulgas!
-¡Ven, que te salvo!

El gato al no ver salida,
se deja coger del lomo,
y es llevado como trapo.

Toda la gente aplaude y exulta:
¡Bravo por el joven, bravo por el gato!
Bravo por la cola,
bravo por la oreja.
¡Hazaña gatuna¡

Al fin bajo del árbol,
el gato suicida.

(Es gato suicida porque, era la tercera vez que se subía al árbol y no escarmienta)

* Autora-Edith Elvira Colqui Rojas-Perú (Derechos reservados)

Flor de loto (hayku)

En primavera
flor de loto flotando
alma dormida.

*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas – Perú- derechos reservados

UNA MADRE

Una madre por sus hijos hasta la vida daría,
y su sangre, gota a gota la donaría,
y si no le quedara sangre, hasta el alma te daría.
¿Quién no se conmueve a lágrimas de madre?
¿Quién no la ha visto sufrir tanto en la vida?

Las madres parece, fueron hechas con molde de amor
pues se pasan la vida amando, amor, amando.

La madre es un tesoro,
que vale más que el oro,
si la tienes, dale todo
pues hoy está y mañana desaparece.

Cuida mucho, no herir su corazón,
pues para ella, son espinas, una daga un arpón.

Una madre,
es la única estrella que alumbra, cuando el sol se apaga,
es la sabia consejera,
es la amiga más perfecta.

Quiérela mucho,
pues ella sufrió tanto por ti, en su vientre,
en su juventud te dio el mejor vigor,
y en su vejez, te acompaña todavía...

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú

En el cristal de tus ojos

En el cristal de tus ojos

En el cristal de tus ojos veo, el tiempo muerto
y el tiempo vivido;
un iris verde de esperanza,
de un mañana iluminado.

En su brillo hermoso puedo ver,
el tiempo que se fue,
los días que ya no volverán.
Los sueños perdidos, las noches calladas, las alas rotas;
esfumándose en la cara del tiempo.

Una mirada envejecida
¡Por tantas contradicciones y sinsabores!

Esos ojos tan brillantes,
como gemas y diamantes,
traen nuevos resplandores,

¡Nuevos aires esperanzadores!

Aunque el tiempo, se ha llevado los años en sus manos,
todavía iluminan, sus faros.

Todavía viven y sienten,
¡Te amo abuela!

La danza de la muerte

Tornábase sombrío el día,
caen las estrellas del cielo...

En rincón inhóspito lejano,
la muerte extiende su manto,
baila alrededor de la tierra en danza africana perfecta,
y en risa sarcástica, burlona,
riega sus polvos de muerte...

Sumergida en frenética danza,
mueve todo su cuerpo, cabeza, hombros, caderas.
Su guadaña toca el piso,
marcando el ritmo mortal,
y sus pies con saltos diversos
siguen la música demencial.
Cuervos negros acompañan con palmas su danza,
y los gorilas tocan sus tambores estruendosos.

¡Danza, danza, la muerte!
quiere con su baile envolver la tierra,
en cataclismo, en hecatombe total...

¡Oh muerte macilenta!,
¡Oh muerte maldición!,
quita tu manto de la tierra,
aleja tu danza infernal,
la tierra exhala su última agonía.
La tierra con paz y armonía,
todavía puede resucitar,
de las garras de la muerte
escapar...

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú-derechos reservados