Una carta he encontrado en
mi buzón,
¡Una carta!
En ella me dices que te vas,
¿Por qué amor mío, tuviste que marcha?
¡Por qué a otro monte huir!
¿No te bastaron mis besos?
¿No te bastaron las muestras de mi acendrado amor?
¡Una carta!
En ella me dices que te vas,
¿Por qué amor mío, tuviste que marcha?
¡Por qué a otro monte huir!
¿No te bastaron mis besos?
¿No te bastaron las muestras de mi acendrado amor?
En que playas vararon nuestras promesas,
en que mar,
en que aire, se disolvió el amor,
¡Dímelo, dímelo por favor!
Por ti, todavía conservo, las alcuzas del amor,
y aquí, me tienes, estrujando esta carta,
con el corazón roto,
con los ojos ensangrentados,
con el alma, hecha pedazos.
Aciaga carta, triste vida,
¿Por qué me dan a beber el licor de la amargura?
¿Por qué el amor, no se paga con la misma moneda?
porque vi tu rostro un día...
Me embriagaste con tus perfumes de amor
para luego dejarme, desterrado y sola,
sola, con esta carta,
y un puñado de recuerdos,
que me ahogan.
Han pasado diez años,
y todavía tengo esta carta,
amarilla y ajada en mi bolsillo,
todavía te recuerdo,
tu amor se quedó pegado en mí,
como los sellos de esta carta.
*Autora: Edith Elvira
Colqui Rojas – Perú- derechos reservados
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