Ámame y hazme sentir que para ti soy la única en tu vida.
Ámame y no me hagas tantas preguntas,
ámame y abrázame sin que te lo pida,
ámame y ríe y llora conmigo,
ámame y arráncame una sonrisa en el rostro,
ámame y no me pidas más de lo que doy,
ámame y trátame como delicada flor,
¡Soy tan frágil!
Las palabras duras me marchitan.
Ámame en la hoguera,
o el frío más helado.
Ámame en América o el África.
Ámame en la cocina,
o en un elegante restaurante francés.
Ámame con maquillaje o con la cara recién lavada,
ámame en mis ocurrencias infantiles,
ámame en mis intelectualidades racionales,
ámame en mis gustos y manías,
ámame en mis defectos y cualidades,
ámame siempre y para siempre,
ámame cuando toco mi guitarra,
ámame cuando bailo o estoy sentada.
Yo por mi parte, te ofrezco
todo el oro de Saba,
las orquídeas de Afrodita.
*Autora:Edith Elvira Colqui Rojas-Perú (Derechos Reservados)
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