Hoy entré en mi cuarto,
después de mucho tiempo,
y vi a mi muñeca deshecha y rota,
allí estaba tirada y deteriorada,
con la mirada pérdida en la nada,
con el cuerpo roto a la ilusión,
con los cabellos empolvados
y resecos...
después de mucho tiempo,
y vi a mi muñeca deshecha y rota,
allí estaba tirada y deteriorada,
con la mirada pérdida en la nada,
con el cuerpo roto a la ilusión,
con los cabellos empolvados
y resecos...
¡Cómo es posible! le dije,
que siendo la compañera de mis tardes infantiles,
¿Hoy una mano negra,
te destierre al olvido?
Y te desgarre tus vestiditos azules,
y te deje en escombros y harapos.
¡Muñeca, muñequita Juanita,
revive muñequita!
Todavía soy niñita,
y quiero contigo jugar,
vamos a coser tu cabecita,
tus piernas otra vez tendrás,
mírame de nuevo Juanita,
¡No me hagas llorar!
Yo todavía te quiero,
aunque estés muy viejita,
y te falte las patitas.
*Autora: Edith Elvira
Colqui Rojas – Perú- derechos reservados
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