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SOY UN PEZ SOÑADOR

Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

jueves, 3 de mayo de 2018

MUJER FINA


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Mujer fina, de garbo y buen donaire,
de sombrero de ala ancha y escote delirante,
tus guantes de seda tocan el borde del deseo,
tus labios rojos derraman jugos de fresa dulces.

Vives la vida, en modas, bailes y discotecas brillantes,
y algunas cenas de gala encopetada,
tienes elegancia, tienes talante,
las miradas caen como hojas a tu paso,
tu silueta alberga caminos sinuosos,
en aceras que aplauden tu caminar,
en ojos que admiran tu buen porte.

Mujer elegante, disipada,
te gustan los viajes,
un día cogiste un avión,
y te fuiste a Italia,
para ver esas construcciones famosas, esos cuadros.

Te enamoraste de un artista,
que te retrató bella,
en un cuadro.
¡Tu Ego se agiganta!

Siempre serás una mujer hermosa
con tu sombrero de ala ancha,
con tu vestido rojo de escote,
con tus guantes de seda rojo,
con tu elegancia de cisne blanco.

Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos registrados

Amado



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Amado, quiero en esta tarde,
en este verde campo,
en este lago claro,
decirte que te amo,
que vivir sin ti no puedo,
que mi amor es para ti, completo.

Amado, muchas horas he esperado,
en este campo,
entre estas flores, en este lago,
para verte y amarte.


Amado, no ves como sufro,
si tus ojos no me miran,
¿si no eres para mí?


Soy cautiva de amor,
ave prisionera,
sin alas,
sin sueños,
sin tú no estás.

Amado, hoy quiero envuelta con el viento,
quiero decirte susurrando,
lo mucho que te quiero,
que me derrito en hoguera de amor por ti,
que su llama roja, me está quemando.

No me dejes amado,
nunca me dejes
yo sin ti, vivir no puedo.


Soy llama sin luz,
alma en pena,
si no vienes,
a este campo,
a este lago,
a este mi corazón...

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados



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El Hipocampo y la sirena

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Hipocampo se enamora de la sirena Hana.
Pierde la cabeza dice que a ella sólo ama.
Hana, es hada primorosa,
no ama al ser con cabeza de caballo y piernas de pez.
Hana no lo ama, no lo ama,
pero el pez insiste en temeraria hazaña,
rapta a la princesa de las aguas,
la seduce, le regala perlas del mar profundo, caracolas de plata encantadas,
pero Hana, no ama al hipocampo.
¡No lo ama!


Hipocampo querido,
no tienes la culpa de tener la cara de caballo.
Hana quiere a un apuesto hombre de mar, al hermoso Tritón,
solo a él quiere amar.
El hipocampo despechado,
le corta las alas.
La encierra en una cueva con un piedra grande,
y ella llora, en el oscuro.

Su amado escucha sus lágrimas,
desde el profundo océano emerge.
Hermoso, mueve la piedra con sus aletas,
salva a su hada, a su princesa
y la lleva a su reino oceánico.
En el reino de Poseidón, son felices,
brillan entre corales.
El mar salta de contento,
el Tritón besa ala sirena Hana.
Toca su trompeta
y las aguas
se levantan en azul turquesa,
saludando a los enamorados.

*Autora-Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-derechos reservados

¡Cómo te extraño!



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Ay, amor, ¡Cómo te extraño!
¡Cuánto dolor, cuánto vacío enciendes en mi mente!
Y en mi corazón...

En estas noches huecas, vanas,
¡Cuánta falta me haces!, ¡Cuánta falta!
Recuerdo nuestros paseos nocturnos,
llenos de conversaciones de seda,
tus ojos prendidos en los míos,
hablándome tantas cosas y yo sólo, amándote.

Amor:

¡Ya no estás en velas encendidas!
Hoy te extingues en humos dolorosos.
Tu alma voló por los aires,
se ha pegado en llanto continuo
en el paraíso de mi agonía.

Amado, 

tú te fuiste un día,
sin querer irte,
los infortunio de la vida,
te subieron a un barco y te llevaron,
sin retorno
¡Estabas, tan triste!

Amor, ¿Cuándo vendrás a mí?
cuándo, regalaras nuevamente
los perfumes de la alegría, por aquí.

Ya ven, amado,
que el alma muere en sombras de espera,
y cae como rayo ennegrecido,
sin luz, sin sentido,
y llora sin consuelo.

Amado, escucha mi voz,
que te llama,
te llama:
Ven,
ven
amado,
ven, que ya no puedo,
vivir en este polvo de tu ausencia,
arrastrándome dolorosamente en cadenas de recuerdos,

Ven, que me muero y sin vida me quedo,
si tu alma no me compaña.
¿Dónde estás amado?...

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-derechos reservados- safe creative

Madre atravesada por el dolor

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Madre atravesada  por el dolor de tu hijo yerto,
por los clavos y la lanzada.

Madre, tus lágrimas lloraron,
el día que a tu hijo crucificaron.
Tienes el alma rota en vidrios,
vez a tu hijo tan callado, mudo.
Vives horas en lenta agonía...

Es tu niño el que criaste con amor,
allá en Belén,
el que cambiabas los pañales,
¡Se ha quedado mudo,
ya no te pide leche!
¡Está yerto ¡Yerto! ...

Y tú, ¡Tan callada!
Bordada en pena.

Madre de alma pura y santa,
en tus lágrimas nace un pueblo,
que no pierde, la esperanza...


*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas- Perú-Derechos reservados

Los Árboles Reverdecen en Primavera


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Los árboles reverdecen en primavera,
se llenan de vigor y nueva vida.
¡Reverdece tu esperanza!
Reverdece en tus manos y en mi vera,
reverdecen en tus ojos iluminados,
de ilusiones nuevas;
en aires frescos,
con sol de alegría.
Reverdecen en tus problemas,
y en tus fracasos...

Son árboles de almendros en flor,
cubierto de flores,
cubiertos de amor.
Visten las almas en color,

calman el dolor,
no han perdido su fulgor.

Nacen en ti, querido árbol,
las flores a la vida,
y el hombre, a la ilusión perdida.
El niño a su nueva sonrisa.
y el ave a su  renovado vuelo.

¡Huye de la tierra pesimismo!
Huye del alma del hombre,
bórrate de sus pisadas
y cae  al despeñadero.

Todavía los árboles reverdecen en primavera,
todavía los pajarillos quieren anidar en sus ramas,
todavía no se acabaron los sueños,
¡Reverdecen!
 ¡Reverdecen en nueva primaveras!

Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos registrados








Yo tu dama, tú mi caballero


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Yo tu dama, tú mi caballero


Yo soy tu dama, de cabellos largos,

e ilusiones de seda.

Tú, mi caballero andante

galante y de ojos canela;

con espuelas de plata y escudo brillante.

¡Ven, entreguémonos juntos,

al tórrido romance!

- Mi dama hermosa, flor frágil,

la guerra es mi destino

marcho con el corazón partido,

se queda muy presto mi corazón a tu lado,

y si acaso no volviera,

guárdame siempre en el cofre de tu corazón;

Mi amor te entrego sin condición.

Un beso en tu frente, sellará nuestra unión.


-Mi caballero, mi luz, mi bien,

te esperaré, siempre, siempre,

con la luna y con el sol;

en estos bosques,

en estos aires,

renacerá la ilusión.


En tus ojos amado,

se quedarán grabados,

nuestros dulces momentos de amor.

-Amada dama,

de tanto amarte me muero de amor.

Te amo más que a mí,

y ese es mi mayor dolor.

Un día te vi en tu balcón,

estabas preciosa con tu rosa en el pelo

y tus vestidos blancos en esplendor,

mi fiel corcel, detuvo su marcha, y de tanta belleza empalideció.

Mi corazón saltó

mi mente se nubló

al verte tan hermosa,

tan linda en tu balcón.

Tú me arrojaste tu pañuelo

y yo te di mi corazón.


- Amado en mis castillos,

un escudero tengo yo,

nobles sirvientes

que me traerán los recados de tu corazón.

Viaja tranquilo, con tus  armaduras doradas,

defendiendo al rey y a la corte,

marcha digno, con honor.


- Mi dulce y noble caballero cruzado,

Corazón de León,

Mucho aprecio, te guardo yo.

- Adiós mi bella,

adiós mi flor.

El destino me espera con una noble misión,

Las espadas para mí son honor.

La vida,

antes que la traición.

Te lo digo, roto el corazón,

el honor antes que el amor.


Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos registrados

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