MUÑECA DIABÓLICA (poema de terror)

Muñeca diabólica brillas en nebulosas,
en cuarto abandonado vacío tenebroso,
te falta un ojo, estas desarrapada y empolvada,
la malicia se dibuja en tu rostro.

Fuiste una niña muy bella
tus padrastros no te querían
te castigaban por todo,
quisiste huir de casa
y una noche hiciste un pacto con el diablo,
él te llevaría a un lugar lejano para que no sufras
a cambio te convertirías en muñeca sin alma, en muñeca diabólica,
que no ama

 y destroza su cuarto de niña.
Las camas de tus padrastros las quemaste con gasolina,
y te reías,
te reías,
con risa satánica.

En las noches destrozas,
en la mañana pareces una niña preciosa
que no mata, ni una mosca.
Muñeca diabólica eres resultado
de vivir sin amor.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-derechos reservados

El dolor (poesía surrealista)

El dolor, cruel señor fúnebre, que con su capa negra te quiere devorar,
se le deshace la cara en pedazos de papel,
te llama en voces quejumbrosas,
te aniquila en llantos.
Te corta el pecho a pedazos,
no te deja respirar.

El dolor amigo de las lágrimas,
desfigura la cara de la felicidad
se la lleva lejos al infinito,
crea remolinos de desesperación y desconcierto,
en tu cuerpo en tu mente en tu vida.

Dolor, vete, navegando por otros lagos.
No te quiero ver,
vienes sin invitación previa
haces fiesta en mi cuerpo,
y te quedas hasta muy tarde.
No me dejas dormir.
Quiero pintar mi último cuadro en la cama,
como Frida Kahlo,
no molestes por favor,
hay pescado en la nevera
sírvete y descansa ya.

Dolor, viejo y nuevo dolor,
como buitre rondas las escaleras de mi casa,
la cama, el patio...

Quiero descansar,
mirándote fijamente a los ojos,
sintiendo tus latigazos,
que me hacen enfurecer y llorar.

Dolor vuélvete bueno,
hazte chiquito,
hasta que desaparezcas,
pequeñito,
pe-que-ñi-to.

Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos registrados. Prohibida su copia total o parcial.

Recuerdos de amor(soneto)

Amor, aún recuerdo primorosos,
los días que sentía tu vibrar,
los besos que me hacían suspirar,
¡Cómo olvidar, eventos tan hermosos!

Y como no recordar los preciosos
momentos plenos, para yo soñar,
que soy la reina que haces tú, volar,
por lunas y los cielos muy garbosos.

Me susurrabas con tu voz tan suave,
me regalabas tu mejor sonrisa,
feliz, me deleitabas con tus besos.

Pero te fuiste presto como el ave,
dejando tus recuerdos en la brisa,
yo nunca me olvidé, tus embelesos.

Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos registrados

Amando, amor, amando

Amarte, amor, amando

Hoy mi alma busca amar,
Se complace en despertar al amor,
en sentirlo, en tocarlo…

Hoy quiero vivir
en amando, amor, amando,
pues mi vida ha sido creado para amar,
y en ninguna cosa halla consuelo,
ni desvelo,
que no sea amar.

Me escondo entre los peñascos,
entre el rebaño de cabritas,
y luego salgo, 
para amarte, amor, amando.

Quiero hacer mi dulce nido,
en tu corazón,
y en tu alma.
Quiero, despojarme de las ataduras terrenales,
y entregar amor a raudales
a quien encuentre la llave,
de mi pobre corazón.

Juego con el viento, voy por la vida,
saltando contenta por los prados,
pues encontré a quien amar
en azucenas blancas.
Aquél que no me ha defraudado y me ha dado,
sus mejores jugos de amor en higos maduros.

Vino cuándo lo llamé,
y yo fui cuando me nombró.
Me hizo reina de sus palacios

Me dio el agua de su cariño,

¡Me supo comprender!

Y ahora vivo  feliz en sus tiernos aposentos.

Con él mi vida es solo,

¡Amando, amor amando!

Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos registrados

Amigo, vuelve (dedicado)

Hoy te visto dibujado en sombras, amigo.
¡Estabas velado y tan callado!
¡Cuánta falta me haces, en este corazón sin fondo!
Me acuerdo tus risas
tus ocurrencias, tus consejos,
y las lágrimas inundan mi rostro.

Pero hoy no te he visto alegre,
estabas triste, mustio apagado como vela.
Echado en una cama fría,
tan fría como tu ausencia, que me hiela los huesos,
y me deja muda,
inexistente, vacía.

¡Amigo!
¿Dónde estás?
Que fue de tu sonrisa de niño travieso,
que fue de tu amor a la vida,
en que recodos se extinguió tu voz.
¡Amigo regresa a la puerta de mi casa!
en que fabricábamos mundos dorados,
donde la luna brillaba redonda.

Regresa a esa carretera,
donde veíamos el pasar de los carros eternos,
de la amistad sincera.

¿Sabes?
desde que te fuiste, no he vuelto a sonreír,
cómo sonreír, si tú sufres,
como comer, si tu almuerzo es medicina,
cómo dormir, si se extingue tu vida.

Amigo resurge, Dios está de nuestro lado,
regresa a tu casa, tus hijos te esperan, tu esposa llora…

Deja esa cama oscura que te ata,
¡Regresa!
Todos te esperamos con los brazos abiertos,
y con más amor que nunca...
Con ganas de atraparte en los aires,
ya no soltarte,
para que nunca,
te vuelvas a ir.

Amigo, vuelve
¿Bueno?
Aquí te espero yo...

(Poema dedicado con mucho cariño y pena a mi amigo  Roberto que está internado en el hospital)

De Sol a Sol a trabajar

De Sol a Sol a trabajar

De sol a sol
a trabajar
de sol a sol, para conseguir el pan
no tienes vacaciones, no tienes gratificación.
Tu pago,
tu familia comiendo el pan de tu sudor.


Obrero, campesino, empleado
¡Pronto tendrás un futuro más blanco!
donde tu esfuerzo sea proporcional a tu sueldo,
donde tus derechos no te sean negados,
donde se te vea como humano y no como
máquina que produce.

Que sepan todos, que tienes familia,
que te enfermas,
que te duele los huesos,
que tienes un futuro incierto.
Mientras otros duermen en el sillón de la abundancia,
tú laboras  con la cara de la injusticia social.

Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos registrados

La Rosa del Amor(dos poemas)

La rosa del Amor(dos poemas)

Poema I

Es la rosa del amor perfecto, 

del amor enamorado.

Es la rosa que te dice ¡Te quiero!

en un suspiro encantado.

Rosa, rosita habla por mí

dile que a él yo lo quiero 

que no puedo,

vivir sin él,

que mi vida no tiene sentido,

sin los pétalos de su amor.

Poema II

Una rosa apasionada,

deshojada en amor por ti,

es la rosa que seduce,

es la rosa que con sus pétalos delicados

acaricia tu ser.

Cuida bien a esa rosa,

riégala con amor,

es delicada flor, sensible.

Cuídala y quiérela siempre, por favor.

No la dejes sin tu luz, sin tu calor,

porque esa rosa,

esa rosa...

soy yo.

*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas- Perú-Derechos reservados