© SOY UN PEZ SOÑADOR

SOY UN PEZ SOÑADOR

Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

viernes, 4 de mayo de 2018

Almas en pena (poema gótico)


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Almas en pena

Se oyen los gritos aterradores,

de almas en pena,

incrustan sus llantos en

abismos con fuego y azufre.


Son almas en  quejidos dolorosos,

de rostros despintados,

de mirada perdida,

que alguna vez

vivieron en este mundo

pero que tuvieron que vagar errantes

porque un acontecimiento, aciago, violento

les arrancó la vida.

Viajan entre sepulcros y parajes solitarios.

Son madres que lloran a sus hijos muertos,

o hijos no nacidos que buscan a sus madres,

sus gritos son sórdidos, lastimeros, conmueven.



Se ve la silueta pavorosa, en el camino solitario,

que cruza como un rayo

que se esconde detrás de un árbol

las buscas y no está.

Otras sombras vagan todas las noches por los cementerios,

con ropajes distintos,

según la época en que vivieron.

Hacen diversas cosas pero todas constantes, iguales cada noche.



Hay una que me llama la atención,

y que vive acá cerca en un castillo que un Virrey construyó para una bella dama,

pero como era de clase baja, el amor era secreto.

Y un día ella lo engañó, pues poco lo veía.

Él cegado por los celos la mató.

Ahora ella vaga errante aquí, en el Castillo de Chancay,

con vestidos de época virreinal,

pero llora mucho y se lamenta,

seguramente por haber perdido su juventud tan pronto.

Ella era hermosa y muy apreciada,

y ahora es sólo sombra de la nada,

triste alma en pena, desgastada.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados

Veo que un ciego puede ver


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Mientras ame y viva intensamente,
un ciego puede ver.
Mientras
y sienta y disfrute la bella naturaleza,
un ciego puede ver.

Mientras se conmueva por los demás,
mientras tenga valores,
y tenga algo que dar,
Un ciego puede ver la luz,
mejor que tú y que yo.

Hay otros que observan pero no ven al otro que sufre,
no ven que es importante respetar al que piensa distinto,
no ven que es cuerpo y que es alma,
no ven la pobreza y el hambre en los demás.
Un ciego puede ver el amor,
sí...puede ver y sentir mejor, el amor y el desamor.

Puede ver, lo que otros no ven.
ver que el mundo es hermoso,
ver que la gente no se ama por igual,
ver que está de paso el hombre.
De nada se puede gloriar.

Un ciego camina con paso seguro
y mira y aprecia todo el mundo;
puede ver que  mañana
el hombre vuela a la eternidad.

(Pasando por las calles de Lima vi un ciego, como camina, como conversa,
que siente, como vive y disfruta la vida. He visto muchos ciegos felices...)


Amor imposible (micro relato)




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Ella lo amaba a pesar de ser tan distinta a él. Pero los separaban las diferencias de clase y la edad. Ella tenía 25 y él 55. Para él era su segunda juventud y para ella era la seguridad que buscaba, pues lo admiraba tanto. Pasaron momentos inolvidables juntos, eran el uno para el otro, a pesar de ser tan distintos, había química y amor, mucho amor. Pero él era separado y tenía una hija muy celosa, que no le pasaba las llamadas, que la detestaba. Ella se incomodaba y él la calmaba. Su ex mujer venía a menudo a visitar a su hija y a sus nietos que vivían con ellos. Ella no aguantaba ver a la ex mujer metida en su casa y menos que durmiera en esa misma casa y a pesar del gran amor que sentía se fue muy lejos.
 El señor encontró la carta de despedida y enfermó de la pena, ella era toda su vida y se iba.
 Al enterarse, ella regresa, pero su amado ya  estaba en la cama, yerto. Su corazón, no resistió la pena y murió de un infarto.
 Ella es ahora una anciana que nunca volvió a amar.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados-copyright ©

Dices quererme


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Dices quererme,
pero tu voz me suena a nada,
y me clavas, espinas afiladas.

Dices amarme,
pero en tus ojos no siento la llama prendida,
ni en tus caricias, siento la vela encendida.

Aún recuerdo esos días, 
en que la hoguera del amor,
brillaba constante,
en que me tú me decías que me querías,
y el alma marchaba al ritmo de tu boca.
¡Cómo sentía, tus besos tan dulces!
¡Cómo moría por una caricia tuya!

Y hoy solo siento los clavos del amor yerto.
Con olor a vacío,
con sabor a nada.

Nuestro amor murió
varado en la arena;
se convirtió

en polvo,
en humo,
en cal.

Ya no siente,
ya no habla,
ya no respira:


...expiró.

Autora: Edith Evira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados-safe creative
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EL ALMA DA VIDA AL HOMBRE

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El alma da vida al hombre (ovillejo)
Vive la vida con calma

el alma,

ya vive, sueña enseguida,

da vida.

Que todo siempre le asombre,

al hombre,

en todo deje su nombre.

y viva esta vida plena,

vida que siempre le llena,

el alma, da vida al hombre.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados


Mujer de plata y oro

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Ella era mujer de plata y oro,

adoraba las joyas y la alhajas

con fino corte y piel de seda,

a veces la ambición le ciega.

su mundo es de plata y alhajas

su vida una fantasía de billantes

no es amor lo que ella busca

no es amor lo que ella da,en sus labios

en sus ojos se dibuja el oro brillante.

Reflexiona por favor,

si continuas por esos camino,

bella dama,

puedes caer en la red del mal,

los hombres no te valorarán,

no tendrás amor.

Las joyas y el dinero no te salvarán

y sólo tu honra mellarán.

Mujer de plata,

es mejor tener poco y ser feliz,

a tener abundancia y vivir en sobresalto,

vivir con marca social,

en soledad existencial.

Mujer de plata y oro,

en la sencillez

mucha felicidad puedes encontrar;

en un hombre,

que te ame de verdad.

jueves, 3 de mayo de 2018

TROMPITA (poema infantil)

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Eres Trompita un elefantito,
triste muy triste. 
Porque no tienes con quien jugar.
Saltas en el bosque, tienes muchos juguetes, pero ningún amiguito
te viene a visitar.
Trompita esta triste trompita no quiere comer.
Le falta un amiguito, para correr y saltar.
De pronto un hormiguita,
le quiere conversar
Qué haces trompita, ¿Quieres conmigo jugar?
Sí, sí, dice Trompita:
Al fútbol, a las chapadas quiero jugar.

Trompita está contento
Un amiguito tiene ya.
Cómo se ve feliz,
el corazón le va a estallar.
Juegan hasta muy tarde
La hormiguita se cansó.
La noche les avisa que el juego terminó.
-Adiós amigo Trompita, mañana jugaremos otra vez
-Adiós amiga hormiga, me gusto jugar contigo.
Mañana volveremos a jugar.
Trompita está feliz, al fin encontró un amigo,
nunca más estará solo.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-derechos reservados