SER NIÑO

SER NIÑO

Ser niño es saltar, reír y jugar en libertad,

es  alcanzar los aviones más altos de la quimera.

Ser niño es vivir la vida  de colores,

sin penas, ni dolor.

Vuelas con a las propias

pueden cobrar vida tus juguetes al son de la bailarina fantasía:

Pueden reír, hablar, jugar contigo.

¡Ser niño es habitar en un mundo ideal!

Ser niño es vivir la vida en lises de inocencia,

es no hacer daño y vivir con decencia.

¡Cuánta fantasía llevan en sus manitas tan blancas!

¡Cuánta ilusión de estrellas se dibuja en sus ojos!

En tu mundo fantasía de niño,

el gato conversa con el conejo y al señor pescado le han salido cuatro pies.

Y Dino el dinosaurio baila y canta una canción en inglés.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

Imagen de Joan Miró (1893-1983), pintor, escultor y ceramista español. 

LAS CALLES DE MI CIUDAD (Prosa)

LAS CALLES DE MI CIUDAD (Prosa)

Abre su boca la ciudad sus calles lucen alborotadas de carros, luces transeúntes y demás; formando un espectáculo singular.

La noche llega  y las calles siguen en su monotonía ciega,

me invitan el café de la nostalgia y yo lo bebo a borbotones,

¡Estas calles, a pesar de sus caras grises, que  grata sensación me dan!

Hoy las calles de la ciudad solitaria

me recuerdan a un amor de antaño

y el pecho se estruja de dolor

¡Ah cuando volveré a gozar de un amor igual!

Me gustan las calles de mi ciudad, en la mañana gritando en voces  bulliciosas

 y en la noche durmiendo en aire de paz y tranquilidad.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

“¡JUEGOS DE MI INFANCIA!...

EVENTO: “¡JUEGOS DE MI INFANCIA!...

MI INFANCIA

Mi infancia entre cristales de ilusiones

y globos de ensueños, se fue tan leve en las  espumas del tiempo,

¡No quiero llorar!

Mi infancia

cintas blancas de inocencia,

risas, juegos,

entre pompas de jabón,

globos de colores

y Fiorella, ¡mi dulce muñeca!

No había rastros de violencia,

todo era candor e inocencia.

Jugábamos despreocupados en el parque  con mis hermanos a la “chapada” o “San Miguel”

¡Disfrutábamos tanto!

Recuerdo a mis padres,

Alegres vernos jugar

y trabajando para mantener el hogar.

Variedad de juegos y ocurrencias

 se perdieron en sus rincones;

el juego de Kiwi, el salta soga, y demás,

¡Ah, mis tiempos lejanos dorados que ya no volverán!

Infancia ternura,

infancia de caramelos y chocolates

en coloridas fiestas infantiles,

infancia de princesas, dragones y hadas,

infancia con olor a leña y sabor de pan de hogar;

infancia con explosivas travesuras.

¡Cómo no volvieras a mi mar!

Cuando estoy triste a mi mente vuelves,

todas tus chucherías me hacen reír y disfrutar.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

EN MEMORIA DE UN POETA

Que Dios lo tenga en su gloria
y recite versos en los cielos,
que su voz no muera,
que se expanda por todo el universo.

Un poeta ha muerto,
pero su voz y su legado viven.
Viven en las rosas, en las aves, en el viento
que hizo suyos en sus poemarios.
Vive en su espíritu amigable,
en su voz  que ansiada libertad,
en sus trinos libres inspirados.

Su canto no fue en vano su voz queda en los arcanos 
para repotenciarse y salir al mundo resucitando.

En memoria de ti, poeta, escribo estos versos,
en memoria de tus largas horas en tu desván develado,
en  memoria de la calidez de tu persona,
en recuerdo de tu trabajo no valorado.
En memoria de tus sueños frustrados;
en memoria de tus fatigadas bregas
por un mundo más humano.


Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

LAS SINFONÍAS DE LA PAZ

LAS SINFONÍAS DE LA PAZ

Oigo sinfonías iluminadas de paz,

que cantan hermosas y serenas,

oigo sus cuerdas amorosas

que le dan un beso a la rosa,

al niño que llora le consuelan,

al refugiado le cobijan,

y al débil no le quitan lo único que le sustenta.

Oigo tiernas sinfonías,

con luz de ternura,

levantando su banderas blancas de albura

que solo paz en la tierra procuran.

El piano esperanzado les acompaña en su  empresa dura.

Oigo sinfonías de paz,

en los hombres de buena voluntad

en los que creen en mundo más fraterno y humano;

en los que no han perdido la fe en la raza humana.

Rodear de estas sinfonías de paz 

quisiera a todo el universo,

que la tierra sea un lugar de versos de amor,

que el sol brille para todos,

que la compasión no mire con cara velada.

Esta sinfonía pide en sus notas  musicales:

Que el hombre se reconcilie con los peces, con las plantas y aves,

consigo mismo y con sus semejantes.

Que todos los hombres se tomen de la mano

y bailen al ritmo de esta sinfonía

escrita con el corazón,

¡Escúchala, por favor hermano!

Que no se muera la voz de estos conciertos de violines, arpas y pianos,

que su voz blanca llegue

al rincón mas lejano,

¡Qué no sea quimera mi canto, 

hermano, humano!

A la paloma de la paz

tiéndele también tú la mano.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú. Derechos reservados©

Oremos por nuestra casa tierra

Oremos por nuestra casa tierra

Oremos por nuestra casa tierra,

hundida en el hambre y las guerras.

Oremos por nuestros hijos,

¡Que futuro duro  les espera!

Oremos por nuestros niños,

que de lágrimas sus mejillas se llenan;

oremos por este mundo que cada vez de Dios se aleja.

Oremos por nuestras familias

que se desintegran cada día,

por los que pasan hambre,

por los que siembran divisiones y conflictos;

por los que son perseguidos por defender el fanal de la verdad.

Oremos por los presos,

por los deprimidos,

por los que  tienen la esperanza muerta,

por los que ya no sonríen,

por los mendigos,

por los de corazón duro

que  no comparten.

Oremos por nuestra tierra,

que por la contaminación sola se entierra.

Oremos por nuestras conciencias,

que no se adormilen.

Oremos por nuestro siglo, frío

distanciado y solitario.

Oremos por las voces blancas

que gritan:

paz en la tierra.

Oremos por el caído, por el desahuciado;

por los hombres piedra sin sueños.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados

VIVO EN TUS OJOS

VIVO EN TUS OJOS

Vivo en tus ojos

y aunque pretendas arrastrar mi recuerdo

despedazarlo, triturarlo, demolerlo,

siempre te perseguirá.

Sentenciado estás hombre pequeño.

El llanto que derramé por ti

las noches sin dormir,

como búmeran regresarán a ti.

Siempre seré la gaviota que migra hacia ti.

Mis ojos clavados en tus ojos siempre permanecerán

como tatuajes vivientes.

No te resistas, no huyas hombre pequeño,

mi sombra te sigue,

te seguirá juguetona hasta la eternidad.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados