Mi buen amor, pretendes hoy marcharte,
¿Y dónde irán tus manos delicadas?,
A dónde tu alma y piel purificadas,
que obligan, siempre, siempre, recordarte,
amar, vivir, soñar al adorarte,
en miles almas plenas y soñadas,
pasión en dulces ansias tan doradas,
que se gozan felices en amarte.
¿Por qué paloma, tarda en escucharme?
por ti, corté mi pecho en esa flor,
mi bien ¿por qué no quieres ya mirarme?.
Penar en mustio llanto, en un dolor...
porfiando tantas veces en dejarme,
es la condena triste sin amor.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados.SAFE CREATIVE
Precioso e intenso poema Edith. Un abrazo
ResponderEliminar