OSWALDO GUAYASAMIN (foto de PINTEREST)
Hijo de mis entrañas,
pepita de zapallo.
Sangre de mi sangre,
savia de mi ser.
¿Dónde tus ojos claros vieron la luz?
Hijo de mi vida.
Luz en mi agonía negra.
Cuerpo inerte.
¿Quién te llevó el aliento?
Hijo de mis entrañas
pajaritos negros me visitaron ayer en mi ventana.
Y me decían que te alejabas.
¿Quién desgarro la piel que yo te cosí a leche y besos?
Hijito mío,
¿Dónde estás?
El gavilán negro te alejó de mí,
y ya no canta tu voz.
Ven, que ya no calienta mi regazo si tú no estás.
Dónde,
¿Dime, dónde andarás?
La luz de mis ojos se apagó.
Mi cocina ya no prende su fogón.
¿Para qué?
En el zaguán ya no se oye tu voz.
Tu rostro ya no sonríe.
Ayer vi, tus pupilas dormirse.
Y con ellas quise dormirme yo también,
de puro dolor...
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas- Perú
(Poema para las madres que perdieron sus hijos por diversos motivos)
No hay comentarios:
Publicar un comentario