A CERNUDA
Cernuda, vate maestro,
en tus bucles de versos
brilla el sello del amor,
se posan la libertad y la rebeldía
en tu casa azul,
la paloma del deseo trepa
tu alma
enfrentada al castillo de la realidad.
En tus dedos la naturaleza
se vuelve paraíso,
tu mano misteriosa
es chispa encendida.
Elevaste el perfume del amor
hasta los cielos
pluma de excelsa sensibilidad;
la libertad era tu delicioso son.
El exilio no mata tu huella;
la regenera por siglos:
liberto ruiseñor.
Para tus jardines
no habitará jamás el olvido,
cerúleo poeta del amor.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas -Perú Derechos reservados
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