Aprendo de la hormiga a ser diligente,
de la leona a defender sus crias,
de las mariposas a estar siempre contenta.
Aprendo de un iracundo
a ser paciente,
de un necio a callar
y no tener la razón siempre.
Aprendo a no tener en cuenta
calumnias,ni envidias
y seguir decidida
mi camino a la gloria.
Aprendo del católico y el musulmán,
de las diversas ideologías
aprendo a tener espiritualidad
y sabiduría de Zen.
Ningun cabello de la cabeza cae,
sin dejar lección.
Aprendo de los aprietos a ser sagaz,
aprendo del hombre común y del ilustrado,
de un discurso brillante y de uno sencillo;
del necio y del inteligente.
Porque escuchando
y aprendiendo siempre,
subo la escalera de los sabios.
Y no aprendo nada
si no me dejo corregir,
si soy una necia
de mente cuadrada.
Edith Elvira Colqui Rojas Perú prohibido copiar pedazos de la obra
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