Más allá del fracaso
Hay primaveras floreciendo
a pesar de las nieblas;
los pájaros no han dejado de cantar,
solo esperan que pase el invierno.
Sus alas remontarán,
pasará la sequía,
y nuevamente reverdecerán los campos.
Las piedras del camino serán removidas.
Del escaparate surgirá una voz nueva,
sin bozal:
“Alma, deja el rojo Gólgota,
desentraña el tesoro escondido
en la madeja de tu mente.”
Que caiga el muro del símbolo antiguo,
y abrace mi noche una mano amiga.
Que el prado de girasoles
llene de risa los campos mustios.
Que rompa el hueco del vacío,
y que el alma resucite de su letargo.
La tristeza no es un número malo,
sino el inicio de una madeja nueva:
el fracaso es un tablero sin fichas,
que espera ser descifrado.
Los ojos del alma iluminada
ven más allá de las sombras
y las siluetas clásicas;
perciben la luz dorada
a través de las rendijas de la esperanza.
Dios tiene códigos secretos
que desconocemos.
Edith Elvira Colqui Rojas-Perú

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