© SOY UN PEZ SOÑADOR

SOY UN PEZ SOÑADOR

Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

lunes, 27 de agosto de 2018

TODO ES ENGAÑOSO

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Todo es engañoso

Todo en esta vida es engañoso, vacuo y vacío;
el dinero, la fama, los honores, la diosa belleza.

Nada existe sin origen:
no existe el hijo sin la madre,
ni la madre sin su propia madre.
No existe el sol sin el cielo.
El mar sin agua.
La vanidad sin los aplausos y loas.

No existe el amor sin los enamorados.
El mundo no existe ya para el que se va a la tumba.
Lo que es vida hoy mañana da de beber muerte.

Tú no existes
¿Quién te engaño que eres todo, que lo sabes todo?
Mañana vendrá la muerte y desparecerás de esta tierra.

Nadie tiene el ser por sí solo.
Porque nadie se ha creado así mismo.

Recuerda,
somos solo humo y polvo
sin el ser que nos dio el aliento de vida
la vida es solo soplo.
Venimos de un Dios de amor
Solo con él somos, nos movemos y existimos.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados


LOS ESPEJOS DE MI OTOÑO


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En los espejos del otoño de mi vida
puedo ver sus hojas secas caídas,
¡Y me asalta la voz de la nostalgia!

¡Cuánta vida derramada
en mis praderas juveniles!
¡Cuántas alegrías floridas!
¡Cuántas penas purpurinas!

Mis pasos lentos cansados
van camino a su descanso
pero en sus riberas tranquila avanzo.
Supe guardar mis canastos 
para esta etapa de cabelleras largas.

¡No, no me quita el sueño
sus relojes caballos galopantes!
Ni los surcos que se dibujan en mi frente,
¡Ni siquiera mi salud macilenta!

En mi otoño relajada descanso
en sus hojas ocres y anaranjadas, 
pues aprendí a vivir la vida
en alanza de equilibrio.
Aprendí
a no inquietarme por lo que no puedo cambiar.
A asumir el peso de los años con hidalguía.

Ah, mi gentil otoño, yo te diviso
sentada en el banco sereno de la espera;
te saludo con mis manos muy alegre
y con el alma pacificada en tus designios.

Mi otoño hospeda en mí su cuerpo aquiescente.
Yo lo recibo con un ramo de flores
y mirándolo de frente.
¡Los años no han pasado en vano!

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú Derechos reservados


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Mariposas en el corazón

http://bethconklin.blogspot.com/  "open the window in the center of your chest and let the spirits fly in and out" -rumi


Vuelan mariposas de mi corazón.
Quise que volaran de sus arterias: ratones o quizá marmotas,
pero solo vuelan mariposas,
no lo puedo evitar.

Vuelan mariposas azules
del fondo de mi alma.
Yo no puedo odiar para siempre
y acabo por perdonar y perdonar.

Y no me arrepiento
solo mariposas
de mi corazón quiero ver volar.
Trato de ser mas noble en mi casa y fuera de ella.
A las cadenas de mal hay que ponerle un bozal.
Ofrecer rosas
aunque la espina nos rodee.

Mariposas, ¡lluevan mariposas del perdón!
Esta, amigos, hermanos,
es la única fórmula que he encontrado
para un mundo mas humano y pacificado.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados

Cuadro de Beth Conklin (imagen de la red)

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domingo, 26 de agosto de 2018

Sin ti

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Amándote tanto y tanto
y yo sin ti,
meciéndome en tu recuerdo
pero sin ti,
besando tus ojos
sin ti,
amándote todo
y sin ti;
muriéndome de pena ciega
en ti.

Sin ti, 
soy polvo, roca, cal,
humo solitario,
flecha extraviada en el vacío;
horizonte sin luz.

Sin ti,
vaciada de mí,
perdida en tu corazón,
ahogada en tus besos fugados.
Sentada en la playa solitaria
sin tu agua.

Sin ti,
nube grisácea
¿Qué haré?
Las tonadas de tus guitarras
ya no están;
llueve continuo en mi alma
sin cesar.

Sin ti
ya nada, nada es igual.

Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú Derechos reservados
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Frase: Que no se apaguen las estrellas sueños


sábado, 25 de agosto de 2018

CORONA DE SONETOS A MI MADRE



 (La corona consiste en hacer el verso madre primero.
Luego de cada verso del soneto madre ir sacando otros sonetos hasta completar los 14)

SONETO MADRE ORIGINARIO:


Hoy te recuerdo madre, tan querida,
tus besos, se grabaron en mi mente,
tus caricias me duelen, cual herida,
me dejaron dolida ¡gravemente!

Me ahoga, en cruel nostalgia, tu partida,
siento en mi corazón, ya solamente,
lamentos, porque estás en otra vida,
¡Ay, madre, yo te amé profundamente!

Me alivian tus consejos repartidos,
en amenas tertulias hogareñas,
y tu alegría grata, peculiar.

Los momentos felices compartidos,
oh, madre, tu recuerdo si me enseña,
con desvelo a luchar y trabajar.

SONETOS DERIVADOS:

1- Hoy te recuerdo madre tan querida,
 cuando veo los cielos tan azules
 y diviso tu lindo rostro en tules
¡Me siento niña frágil y  sentida!

Tu amor siempre será luz encendida,
todo lo negro, tú desarticules,
y todas mis nostalgias las anules.
¡La funesta amargura revertida!

Madre tu nombre vuela entre  pájaros
en aromas de nardos y jazmines
entre los insondables océanos.

Ya destellan tus hechos, tan preclaros,
cual elegantes, bellos querubines.
¡Tú les brindaste todo, a mis hermanos!

2-
Tus besos se grabaron en mi mente,
son faros tan sublimes en mis noches,
manantial, pura miel, en sus derroches,
y consuelan mi pena diariamente.

Al buen Dios yo le pido solamente,
alejarme de todos los fantoches
que enervan mi tristeza con sus broches,
y no me dejan ver tu rostro ausente.

Sí, madre tu recuerdo no se muere,
vive en todos los poros de mi ser,
me cerca como un muro inquebrantable.

Quisiera  que tu cielo lindo abriere
su cerrojo tan negro  y  pueda ver
tu terso rostro, límpido y bello.

3.-
Tus caricias me duelen, cual herida,
porque los siento cerca de mis lares,
en esta casa, en todos los lugares,
pues en mi corazón está cosida.

Hoy siento la esperanza tan perdida,
me asaltan esos lúgubres pesares,
que si vinieras pronto la borrares,
sería la nostalgia revestida.

Madre amada, te quiero, demasiado,
y para ti yo he construido, bellos versos,
que te ensalcen ¡oh, madre tan bendita!

En mis jardines verdes he sembrado,
gardenias, tulipanes  muy diversos,
por ellos, tu presencia, ¡sí transita!

4-
Me dejaron dolida gravemente,
y tejieron los mantos solitarios,
que hacen llorar mis frágiles sagrarios,
¡necesito madre, de tu fuente!

Quiero que tu ternura me alimente,
que suenen otra vez los campanarios,
de tu voz, y ya brillen los lararios
que contienen tu espíritu presente.

Madre ven, por favor, por ti, desespero,
ya tengo el corazón en carne viva,
y mis sentidos yertos, no responden.

Me urge tenerte y creo que me muero.
Sin ti, madre me veo cual furtiva
mariposa, con alas que se esconden.
5.
Me ahoga en cruel nostalgia tu partida
quiero tomar la copa del olvido,
que yo misma, con pena, me he servido,
¡Ay, madre, estoy en llantos tan sumida!

En vano busco replantear huida,
pues mi mundo se convirtió en gemido,
miles de lágrimas por ti he vertido.
Madre vuelve, sin ti, yo estoy perdida.

En tus manos  benditas hallé paz,
me acariciabas presta los cabellos,
me alentabas con holgados aplausos.

Tu vida  fue un lucero muy fugaz,
se cerraron tus ojos negros  bellos,
tus rastros son esbozos muy  difusos.
6.-
Me ahoga, en cruel nostalgia, tu partida,
pues hoy sangra  profusa toda mi alma,
sintiendo que jamás veré  yo, calma;
pues yo camino ¡tan adolorida!

Sí, camino sonámbula, perdida,
¡Siempre, siempre te llevo entre mi palma!
Y tu ausencia me hiela y me desalma,
¡Madre, cuánto lamento tu partida!

Quisiera aprisionar todo el pasado,
quisiera retenerlo entre mis dedos,
para poder volver a verte, ¡madre!

Todo lo bueno y grato nos has dado,
tú borraste, en un zas, todos mis miedos,
¡Pero tú me dejaste con mi padre!

7.-
Siento en mi corazón, ya solamente,
sentidas penas, lágrimas y llantos;
las anchas amarguras y quebrantos,
me lastiman en  mirada tan ausente.

Madre, yo te espero inquieta, tan valiente,
por muchos años ¡ya no sé ni  cuántos!
Hace tiempo no veo tus encantos;
solo escucho el hablar de tanta gente.

Plantaré un verde abeto en mi jardín,
que le dé fresca sombra a todo ser,
y me dé su consuelo y compañía.

No pensaré jamás en nada  ruin,
con otras armas tengo que vencer,
¡Si volvieras  contenta  al fin sería!

8.-

Lamento, ¿Por qué estás en otra vida?
Solo de las nostalgias se vivir,
¿Sin ti, para que quiero mi existir?
Madre, eres tú mi  lluvia fenecida,

Mas veo mi esperanza muy perdida,
¿En verdad, tú podrás por mí venir?
¿Me podrás tú, de nuevo consentir?
Te veo solo en polvo convertida.

Sí, allí tú estás, en tumba, tan inerte,
tu bello corazón, así no late;
jamás escucharás ya mis lamentos.

¿Cómo, con ésta sombra, podré verte?
Madre, no verte, es álgido combate,
¡Yo quisiera construirte monumentos!

9-
¡Ay, madre, yo te amé profundamente!
En mi pecho te tengo retratada,
eres mi blanca madre idolatrada;
la rosa más querida de mi fuente.

Todo lo que te dé no es suficiente,
Tú mereces la cinta más dorada,
y siempre la medalla más preciada,
Madre te califico de ¡excelente!

Presta, tú, me cuidaste, en mi niñez,
me alimentaste, tierna madrecita,
con extrema dulzura, con cuidado.


Me dabas ricas sopas, ¡Candidez!
¡Sí, yo comí, de mano tan bendita!
Te agradezco tu amor tierno, acendrado.


10.-

Me alivian tus consejos repartidos,
“Hija come, levántate es muy tarde,
sé humilde y no hagas tú alarde”
¡Madre cuántos proverbios ya vividos!

Mantienes mis hermanos reunidos,
como leña que a fuego vivo arde,
¡Que tu presencia siempre nos resguarde
de los hechos aciagos tan temidos!

El mundo aquí es  frío desabrido,
no se interesa nada por mi ser,
Parece que ni ve, si como, o duermo.

Madrecita, ya vuelve, te lo pido,
¿Ves?, ¡Nadie como tú me puede ver!
Madre sin ti, mi vida es puro infierno.

11.-

En amenas tertulias hogareñas,
se compartían, panes, leche y  amor.
Y ese potaje rico en buen  sabor
que tú servías bien, ¡y tan risueña!


Todo me acuerdo, ¡puedo hacer reseña!
Allí no descansaba, el pan de amor,
ni había cara negra del pavor;
yo fui feliz en casa muy pequeña.


En la tarde jugaba con muñecas,
con todas mis amigas en la sala,
¡Tú siempre con tus ojos vigilabas!


Hoy esos bellos tiempos, hacen muecas,
se apagaron sus luces y su gala;
¡Te busqué por la casa y tú no estabas!

11-

Esa alegría grata, peculiar
me enseñó a saber vivir la vida,
siempre contenta, siempre positiva,
¡Al mundo siempre el bien, le voy a entregar!


Madre tú sí sabías ofrendar
la enseñanza preciosa muy curtida,
que lavaba penares y su herida,
¡Oh, madrecita siempre te he de amar!

En las fiestas bailabas contenta,
tenías gran talento y mucha gracia,
te aplaudía la gente emocionada.

Y con los invitados, ¡tan atenta!
Hacías  bocaditos con audacia,
¡Madre no te reclamo ya por nada!

12-

Los momentos felices compartidos,
jamás se borrará de mi persona,
¡Tu madre, te mereces la corona,
por todos esos bienes repartidos!

Nunca me olvidaré años tan festivos,
pues en todas sus notas, te menciona,
y jolgorio, alegría me ocasiona,
¡Madre yo veo allí tus trazos vivos!

Ya me levantaré de la nostalgia,
y me sacudiré todas sus alas;
¡Madre a ti yo prometo, superarme!

No me visitará la cruel neuralgia,
y seré tan inmune, contra balas,
¡No, ellas nunca podrán jamás ganarme!

13.-

Oh, madre, tu recuerdo a mí me enseña,
a vivir con valor y suma entrega
a vivir positivos en la brega.
No en dolor, en la queja, ni en la greña.

A ser una persona que desdeña
lo malo y sus defectos los repliega,
para dar lo mejor de su bodega,
con  ánimo y mirada muy risueña.

Madre tu luz, será mi níveo faro
puro, ilumine todos mis senderos
y de seguridad a mis caminos.

Por ti lo veo  todo blanco y claro,
tú haces mis pasos prestos y ligeros,
¡Camino entre consejos tan divinos!

14.-

Con desvelo a luchar y trabajar,
tú me enseñaste, ¡madre tan querida!
A no darme jamás, nunca vencida;
ofrecer nuestro día y madrugar.

Emocionada gracias te he de dar;
dejaste  mesa  tersa  bien servida,
¡Tú eres toda dulzura florecida!
¡Por madre encantadora, voy a  brindar!

Saquemos todas nuestras copas nuevas,
y brindemos por esas madres lindas
que se dan con pasión y con entrega.


Brindemos superando nuestras pruebas.
¡De su amor y consejo no prescindas!
Que siempre estén contigo: a Dios tú ruega.



Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados

NOTA: La corona consiste en hacer el verso madre primero.
Luego de cada verso del soneto madre ir sacando otros sonetos hasta completar los 14.

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Lluevan rosas de Poesía