Con el perdón de ustedes quiero compartir estos diplomas de mi grupo poético que distingue mi trabajo en mis grupos de poesía, agradezco mucho que me motive a seguir haciendo poesía y literatura en general.
ESTE ES UN ESPACIO POÉTICO LITERARIO PARA COMPARTIR
© SOY UN PEZ SOÑADOR
SOY UN PEZ SOÑADOR
Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...
martes, 6 de noviembre de 2018
lunes, 5 de noviembre de 2018
CANTA EL RUISEÑOR (Octava italiana)
En el campo de rosas y de
fresas,
un ruiseñor cantando melodioso
agita su plumaje majestuoso,
y canta enamorado con pasión;
le sonríe a la vida descansada,
se alegra con las fresas y las rosas,
y exulta en mil canciones deliciosas
¡Muy jubiloso esboza su canción!
Él aprendió a vivir feliz con poco,
se alegra con lo simple, con lo bello,
el caminar en paz siempre es su sello,
¡Sabe vivir la vida el ruiseñor!
No mira el mal, jamás en su horizonte,
no advierte los abrojos molestosos,
sus cantos son en faros luminosos;
aprendió a disfrutar feliz su flor.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
- Cual la hierba arrojada en la roca,11 LIBRE
- que marchita allí crece, allí muere,A
- ¿viviré y moriré, sin que espereA
- otra vida, otra dicha, otra luz? AGUDO B
- aun en medio de altares y tumbas 11LIBRE
- mi terrible pensar me amenaza: C
- que si el mundo feroz me rechaza,C
- me rechaza también esa cruz. AGUDO B
(Mario Alberto Delgado Medrano, Durango,Durango. Ensayos poéticos, 1840)
LAS MORADAS ETERNAS
Pega este link en ggogle y lo oirás en mi voz: https://pe.ivoox.com/es/moradas-eternas-audios-mp3_rf_29849343_1.html
LAS MORADAS ETERNAS
Cuando suba por las escalinatas de la vida
y no encuentre la luz, la
salida.
¡Oh mi bello crisantemo
blanco!
Muéstrame la serenidad de tus
pétalos.
Enséñame que el sol no se
muda,
si el alma la tenemos en luminiscencia
todos los días.
Cuando el camino tenga de la
piedra dura su rudeza,
enséñame mi blanco lirio,
a caminar con entereza, con
robles altos de fortaleza.
Cuando el dolor y las
lágrimas bordeen mis uvas;
dame aliento, sostenme
hermano, amigo eterno.
Y cuando llegue el momento de
mi partida,
que me entregue sumisa
pajarilla a tus designios,
que te pueda ofrecer un
alma limpia,
una tez serena,
unos brazos llenos de
gavillas laboriosas;
y un alma pacificada que no
quiere ya mas nada,
que ir a su celeste morada.
Contenta, padre estoy segura,
me desposaré contigo en
eternas alboradas.
Adiós mundo hermoso terreno,
me hiciste feliz en tus
pinturas diversas.
¡Mi padre me llama!, mi padre me llama,
¡Y he de ir de buena gana!
¡Mirad, mirad todos, qué bellas son la
eternas moradas!
Autora: Edith Elvira Colqui
Rojas-Perú-Derechos reservados
LA ERA DEL PEPINO Y DEL PLÁTANO (Poema surreslista)
Se inagura la era del pepino y del plátano.
El pepino será el oxígeno puro del planeta;
el plátano la verdad encerrada en gavetas.
¡Olvidé apagar la cocina,
ojalá no se halla quemado el arroz!
El pepino se durmió en su modorra
está viendo en su televisor La familia ingalls;
el plátano decepcionado liba licor en un bar psicodélico.
La mañana está verde, no hay pájaros marrones
ni vacas rosadas,
solo un pajarillo con cara humana,
quejándose de las noticias disparatadas.
Quiero una melodía de Mozart
que atraviese las médulas de mis ojos,
¡Me dijiste amor te amo y te fuiste corriendo al Himalaya!
¿Qué clase de amor me invitas en tus platos?
Zzz, zzz, el plátano amarillo está durmiendo,
se ha contaminado con gas tóxico en ese planeta desconocido llamado tierra.
¡Y él que se creía Super man!
¿Y el pepino?
El pepino se ha enamorado de una hormiga como loco,
dicen que le ha dado una pócima para que crezca.
Ya se olvidó que debería enseñar a los hombres la verdad completa,
el amor lo tiene de cabeza.
Plátanos, pepinos, tomates y fresas,
todos son iguales
cuando el amor los atraviesa.
Me voz, Mozart me llama.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados
imagen prestada de la red
Prohibida la copia de ideas del poema
TOCAR BELLAS MELODÍAS
Procuremos tocar bellas melodías en la vida,
descartemos las cuerdas que desafinen el concierto.
Toquemos con timbales, guitarras y pianos
notas de armonía y de buen olor.
Si hay alguien que desafine,
aléjate de él, pero no lo dañes.
Tus músicas siempre sean de perdón y paz.
Toca bellas melodías, aunque otros estén desafinando.
Tu misión es de hacer este mundo mas bello y mas humano.
Mira siempre adelante.
Mira siempre en positivo en tus vasos.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-
LA LLAVE DE LA FELICIDAD
Cargo la llave de la inconsciencia,
de un mundo dividido por el brillo del oro,
y que perdió humanidad en el ansia de tener y poseer bienes.
Arrastro esa llave,
que me liberaría de todas mis angustias y pesares,
y del estrés dominante.
Pero pesa tanto, que a ratos la suelto, rendido en la faena de la vida.
Busco la llave de la felicidad,
y como todo hombre, la tengo entre las manos,
pero no la veo.
Me roza la espalda y ni la siento.
La felicidad está en las cosas cotidianas.
No está escondida en grandes baúles;
ni en un secreto arcano.
Ni siquiera llave grande necesita.
La felicidad está en lo cotidiano de la vida:
En ese sol que alumbra, en esas aves que vuelan,
en esos niños que ríen o en tu casa con tu familia.
No busques grandes llaves para su puerta abrirla,
¡Mira, su cara a tus espaldas, cómo brilla!
Al final del túnel, siempre hay un cielo que ilumina.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
Duerme mi ternura
Duerme mi ternura,
duerme mi
pedacito de algodón;
tu
madrecita está en tu cuna, y no te dejará.
Duerme mi
terroncito de azúcar,
duerme mis ojitos de nuez.
Entre
tules y sueños descansarás tus alas,
tu
madrecita junto a ti está.
Mi
pequeñito, ya descansa,
coloca tus
manitos en la cuna,
y cierra
los ojitos;
tu madre, velará tus sueños de cristal,
cuidará que dragones y duendes no vengan
a molestar.
¡Dormirás
muy tranquilo mi bebé!
La luna, te
acompañará,
las
estrellas tu frente besarán,
y en ronda contentas para ti bailarán,
Duerme, duerme mi
dulzura,
duerme mi primor;
duerme risueño,
en
los brazos de tu ángel guardián.
Autora:
Edith Elvira Colqui Rojas Perú-Derechos Reservados
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