HIJO, TE TITULASTE
Hijo te titulaste con honores en la
decana de América
Universidad Mayor de San
Marcos.
En la casa estamos alegres con tus
logros
que ya vueles en tus propios
barcos.
Mucha fatiga y entrega fue tu
crianza
tu padre en construcción
trabajando a brazo partido
tu madre dejando de trabajar y su
carrera por darte alimentarte bien,
por estimular tu creatividad
aplicando su profesión de profesora en ti.
Pasamos muchas penurias en esa casa
alquilada
pero a ti nunca te faltó nada
te vestimos, te hicimos jugar ,te
dimos tiempo y amor.
En nuestro hogar pesó más tu
educación y formación que el dinero,
y aunque pobres te dimos lo más
importante: mucho amor tiempo y comprensión
Hoy eres un hombre estable,
brillante alumno e hijo.
Llegaste a Harvard la mejor
Universidad del mundo y becado.
Fuiste a México y Cuba y ahora te gradúas
con honores con la máxima nota (veinte)
Bendito sea Dios que nos dio
fuerzas y cariño para dártelo a raudales.
¡Qué bueno fue dejar de vivir para
mí para dedicarme todo a ti!
¡Qué bueno fue que de pequeño no
tengas tantas cosas y pases necesidades y sufrimientos! pues hoy eres un hombre
fuerte, valiente, coraje y muy perseverante en tus metas.
Paralelamente haces tu maestría
ahora y luego planeas ir a Francia a doctorarte becado.
Dios guíe tu camino hijo.
Yo ya cumplí contigo, me he
derramado en cuerpo y alma por ti.
Dejo un buen ciudadano para el
mundo y estoy orgullosa de ti como de tu hermano también talentoso y bueno.
Hijo, vuela con alas de acero
nunca fenezcas ante nada, ante ni
nadie, valórate como ser humano, ¡Eres grande!
Sé noble y humilde siempre.
Toda nuestra familia: padres,
abuelos, sobrinos, celebramos.
A Dios damos gracias jubilosos.
Te dejo volar aunque me duela verte
lejos,
porque yo sé que viajarás lejos,
¡te conozco gorrión de alto vuelo!
Los hijos son hijos del mundo
solo dados en administración.
Nuestra felicidad es verlos
convertidos en hombres de bien.
Hijo te titulaste en Filosofía,
y aunque tu padre y yo no estuvimos
de acuerdo con tu carrera, luego te apoyamos por que sabíamos que era lo que tú
querías y es lo que ahora te da de vestir, comer y diversiones con un
trabajo estable.
Dejar que los hijos estudien lo que gustan es gran acierto,
¡Siempre ibas a estudiar contento!
Obtuviste en tu carrera el primer puesto.
Hijo, la virgen te cubra con su
manto,
Dios te libre de los peligros del
mundo.
Tu madre reza por ti en todo
momento y se siente orgullosa
que ese bebé tan frágil sea ahora
un hombre de roble y bien formado.
Tu padre te adora, tú lo sabes y
siempre besa tu frente,
tu madre, ¡ay tu madre! no cabe en
la alegría de la misión cumplida y descansa en profunda paz su alma.
Autora: Edith Elvira Colqui
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