Ven amado,
ven a mi corazón,
que mis noches lloran en fúnebres carrozas,
por ti.
Mis ojos, sangrando están en copas de dolor,
¡Mi cuerpo temblando en hojas de desesperación!
Ven,
que mi horizonte se viste en manto gris
porque no te vio ayer.
Y yo,
hasta olvidé mi nombre,
agazapada en la pena de no verte.
Muy acongojada muerdo el hueco frío de la soledad.
Ven,
que me falta el aliento,
sin ti.
Ven,
que no estar contigo,
me hace tanto daño,
me lacera el alma
con daga cruel.
Ven mi avecilla,
de alegría,
ven,
mi señor de amor.
Ven que sin ti
perderé la razón,
llorarán mis rosas
sin ilusión.
No, yo no puedo vivir sin ti.
Ven,
a mi corazón.
Para elevar las alas,
otra vez,
para no naufragar,
en el mar inmenso del dolor.
Ven, que necesito tus colores:
Tu voz, tu risa, tus ocurrencias,
tu amor,
en mi alma,
para completar mi carrusel de alegría y plenitud.
Autora:Edith Elvira Colqui Rojas- Perú- derechos reservados
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