Niña del medio oriente,
Huyes de las garras del mal.
Se oyen las bombas homicidas y tú huyes, en el amor solitario.
Huyes de las garras del mal.
Se oyen las bombas homicidas y tú huyes, en el amor solitario.
No entiendes de guerras, ni de matrimonios arreglados.
Tú solo quieres ser niña inocente.
A lo lejos otros niños yacen en sombras dibujados.
No van al colegio, no tienen familia. Les robaron sus sueños.
Y se hunden como gusanos en la tierra.
¡Huye, huye, niña del medio oriente!
No hundas tus pisadas en la desesperación.
Coge tu corazón solitario
y escápate de la gente.
Que no sabe que rompe inocencia
que matas sueños de algodón.
En el amor solitario, prende tus vestidos.
Sueña con un mundo mejor.
En que no te casen siendo niña.
En que se respete tu inocencia blanca.
En donde las bombas no alcancen tus sueños.
Un nuevo amanecer te espera.
Sigue apretando tu corazón,
de amor rojo.
Tu amor solitario, hallará compañía.
Y al fin jugarás con muñecas
y no con cocinas y bebés.
En el amor solitario, se sembraron frutos blancos.
Llamó con su voz de inocencia.
¡Nos enterneció¡
Para que todos la oigan...
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú - Derechos reservados
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