Palomas dormidas,
En la arena...¡Leones rugiendo!
Luminarias prendidas:
Los cristianos.
Hombres, mujeres y niños,
recibiendo la dentera…Desollados...
De sangre se tiñe el coliseo.
¡Romanos en euforia y aplausos!
Es sangre que grita su fe.
Es sangre de mártires.
Palomas mudas,
ovejas al matadero.
Entre himnos angelicales
Viajaron al cielo.
La historia se repite en los pueblos árabes.
Nuevas maneras de callar,
la fe cristiana.
¿Porqué cuando mueren ellos,
nadie dice nada?...
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas – Perú
(Derechos reservados)
ESTE ES UN ESPACIO POÉTICO LITERARIO PARA COMPARTIR
© SOY UN PEZ SOÑADOR
SOY UN PEZ SOÑADOR
Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...
domingo, 26 de junio de 2016
COLISEO ROMANO
SENTIR POR EL OTRO
(imagen de la red)
Para sentir por el otro.
Hay que ponerse en sus zapatos y en sus bolsillos.
Vivir imaginariamente sus lágrimas, su dolor.
Sentir por el otro.
Es solidaridad.
¡Es parte de nuestra humanidad!
Una piedra no siente por otra,
Algunos animales matan a otros por hambre.
El hombre se preocupa, llora siente por el otro.
Sentir por el otro.
Es mirar el otro en el espejo de nuestra vida.
Es llorar cuando el otro llora.
Y reír, su felicidad.
No es filantropía,
Es volver a nuestra esencia natural.
Es humanizarse…
En un mundo interconectado
sentir por el otro
garantiza que quizás, algún dìa, el otro por ti sentirá.
Sentir por el otro es signo,
de que todavía,
nos quedan trazos de bondad.
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas – Perú (Derechos reservados)
miércoles, 15 de junio de 2016
El hada de las flores (cuento infantil)
Había una vez un hada que le gustaba pasearse entre las flores. De hecho, dormía en una flor rosada. En la mañana despertaba contenta y se ponía a volar entre las flores, con sus amigas las mariposa y las abejas.
Un día acordaron bailar en el bosque, todas al ritmo del violín que tocaba el duende verde. Y bailaron y bailaron muy hermosas.
El hada pequeña estaba encantada. Eran su vida las flores y las plantas de todo tipo, y con sus amigas abeja y mariposas, que feliz se sentía. Las flores al verlas tan felices se contagiaron y también bailaron al ritmo del viento. Los pajaritos emocionados, también entonaron sus mejores cantos, y era tanta la dicha, que el bosque terminó en total algarabía.
¡Que día tan bello pasó nuestra bella hada!, Y al hacerse de noche, volvió otra vez a su flor, a dormirse muy contenta.
**Autora: Edith Elvira Coqlui Rojas - Perú
lunes, 13 de junio de 2016
poema terror
Los gélidos vientos, en neblinas se levantan,
las lápidas de los cementerios en silencio mudo.
Todo el ambiente es tétrico,`y desolador,
¡De pronto!
Un aullido rompe la noche serena,
se oye el grito de una mujer con voz estrepitosa,
Unos rayos en el cielo suenan intensos.
A lo lejos se oyen voces de niños:
Unos ríen a carcajadas,
y otros lloran plañideramente...
¡Qué espanto!
De una lápida sale flotando,
la figura de una mujer de vestidos negros.
Tiene un violín en la mano,
y entona melodías muy lastimeras.
Tan tristes y sentidas,
que hacen llorar a todas la almas del cementerio.
Y hacen un coro estrepitoso, angustiante, terrorífico,
que taladran los oídos y los corazones más duros.
Las gentes cercanas no pueden dormir.
Se retuercen en sus camas de espanto y terror.
Todos los días se repite el rito, macabro.
¡Las tres de la mañana!
Es la hora de la mujer del violín.
¿Quién podrá dormir?...
*Autora- Edith Elvira Colqui Rojas - Perú
jueves, 9 de junio de 2016
LA RANITA TOMASA
La ranita Tomasa se acicala.
Se riza las pestañas
Se pone un lacito en la cabeza.
Y asea toda su casa.
Es muy ordenada.
Recoge los papeles.
Tiende su cama.
La ranita Tomasa
canta cuando cocina.
Y cuando termina sus tareas.
Se va a pasear contenta.
Le gustan los vestidos, la moda,
y saludar a la gente.
Ranita Tomasa
me gusta tu sopa de calabaza.
Tus tallarines saltados,
y tus guisos ricos.
¿Cuándo me invitas a tu casa?
¡Qué casita tan ordenada y limpia.
Qué sabrosa sazón.
Esta ranita es perfecta.
Tan bella,
y con buen corazón.
De su olla,
a todos invitó.
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas -Perù
MARIPOSAS DEL AMOR
(imágenes de imternet)
Me rondan nuevamente las mariposas del amor.
Yo que había sido tan lastimada,
¡Ya era hueso seco olvidado!
Me vuelan primorosas;
rozan mi faz, sus alas frescas.
Cosquillitas le hacen a mi corazón.
Pero tengo miedo volver a amar,
tengo miedo volver a sufrir.
En barcas pequeñas otra vez no quiero sucumbir.
Mariposas del amor,
Váyanse lejos por favor,
ya no quiero llorar,
ya no quiero sufrir,
¡No me quiero volver a enamorar!
**Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
martes, 7 de junio de 2016
Quién eres tú, amor mío
Quién eres tú, amor mío,
que me atrapas en las sábanas de tu mirada,
que me capturas en lazos de amor.
¿Quién eres tú, vida mía que roba mi paz mi calma,
y me tiene inquieta todo el día?
Buscándote llamándote en mis sueños,
y en los aires más puros de mi existencia...
Quién eres tu tierno amor,
que ata mis huesos y mi piel, a su alma,
que me subyuga en el infierno de sus deseos,
que me toma, me deja y me retiene,
para ser irremediablemente suya,
¡Suya! aunque nunca me haya tenido entre sus brazos,
¡Suya! aunque nunca haya tocado mi piel.
¡Irremediablemente suya!
Aunque toquen otra piel,
aunque no esté usted hoy junto a mí...
Quién eres tú varón,
Que invades mis íntimos y recónditos espacios,
y no me dejas ni respirar,
pues todo se lleno de ti.
En qué momento entraste a la sala de mi corazón que no te vi.
En qué momento te apoderaste de mi latir.
De mis sueños,
¿De mis ganas de vivir?
No te vayas,
No me dejes, sin el yantar de tus besos.
No me dejes sin el perfume de tu esencia,
El cielo no brilla en soles, si no estás...
*Autora: Edith Elvira Coqui Rojas - Perú
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