Tu cuerpo,
refugio cóncavo perfecto
que desencadena mi deseo.
Lino suave excitante
en perfumes de orquídeas sensuales.
Es el refugio ideal,
para erizar mis sentidos
y hacerme estallar
en supernovas ardientes,
Tu cuerpo mi deleite,
que en fruta madura,
me atrae, me incita y provoca
hacia las vías de la ambrosía,
y me hace perder la razón.
Tus pieles durazno son tan tersos
y excitantes,
que mi alma anhelante,
quiere saciar su sed derramada en ti.
Amado, ábreme ya
las ventanas de las almenas de tu cuerpo,
que en sus castillos,
quiero libar la vida plena:
Morir y resucitar...
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perù-
Derechos Reservados.(8/10/2O16)