ESTE ES UN ESPACIO POÉTICO LITERARIO PARA COMPARTIR
© SOY UN PEZ SOÑADOR
SOY UN PEZ SOÑADOR
Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...
domingo, 4 de diciembre de 2016
Mundo caduco
En este mundo caduco,
la humanidad es cosa de huesos,
este mundo caduco e irracional,
se olvidó del dolor del otro,
se olvidó del ¿cómo te sientes?
¿Te ayudo?
Este mundo caduco se quema en el horno del egoísmo,
de no compartir ni las migajas con el pobre.
Se llena los bolsillos del oro, de la tecnología,
pero sus almas quedaron vacías,
sin rosas de amor.
Mundo caduco si no compartes tu pan
te irás fuego negro de la muerte,
en sombras decadentes.
El destino del hombre
es compartir con el semejante,
ser hombre con los hombres...
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú
viernes, 2 de diciembre de 2016
LA NAVIDAD DE JUANITO (Cuento)
Juanito era un niño de diez años, que trabajaba para
poder vivir, como todos los días bajaba desde arriba, desde el cerro San Cosme,
allá en Lima, para poder sus caramelos, pues así ayudaba su madre que había
sido abandonada por su padre y también a sus cinco hermanitos pequeños. Le
gustaba vender por en el centro de la
ciudad, especialmente por el Jirón de la Unión, pues allí habían muchos centros
comerciales y mucha afluencia de gente y podría tener más ventas: ¡Caramelos de
eucalipto para la garganta¡¡Caramelos a cinco por cincuenta céntimos¡
Ese día era un día especial era la víspera de Navidad y
Juanito debería quedarse más tarde trabajando. Estaba muy cansado pero se decía
así mismo para darse valor. "Estoy cansado pero debo seguir trabajando
para llevar algo para mi madrecita por
navidad, pues se la pasa la vida lavando ropa para otros, y no le alcanzará
para la cena de navidad".
De pronto, ve en unos escaparates muy grandes mucho
arbolitos de navidad, muy asombrado, pues nunca ha tenido uno, se queda a
admirarlos largo rato y luego al seguir recorriendo las calles con sus
caramelos, ve mucha gente que entra y sale de centros comerciales cargados de
muchos regalos, ropa y juguetes que muchos niños llevan en sus manos y se pone
a pensar muy nostálgico: "Cuánta gente comprando tantas cosas,
desesperadas entran y salen de las tiendas, quién como ellos que tienen para
comprarse juguetes y ropa, a mí no me alcanzará para comprar zapatos a mis
hermanos, ni un juguetes, pues si le compro a uno los demás querrán y no
estamos para eso, tenemos que pagar la luz y ahorrar para comprar el agua.
Algún día seré grande y trabajaré más y compararé juguetes a mis hermanos, que
nunca tienen juguetes por navidad, por ahora solo chocolate y un panetón barato. Y como siempre
luego de las doce a dormir, pues no hay para más. Yo me volveré a trabajar
luego que ellos se duerman, pues en navidad aunque sea, la gente me compra un
poco más de caramelos, y hay que aprovechar, ay, ¿y el hambre? yo pensando en mis hermanos y mi madre y
por trabajar tanto ya me olvidé de comer
y mejor ya no veo tantas vitrinas, pues me antoja las deliciosas comidas que
come la gente que tiene plata, en estos restaurantes. Yo no tengo ni padre. Pero
tengo que ser muy fuerte y no debo llorar, aunque tenga muchas ganas
ahora". Soy el hombre de la casa y bebo trabajar: ¡Caramelos de menta para
la garganta¡ ¡Caramelos¡...
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú- Derechos
reservados
NUESTRO BAÚL
Aquél viejo arcón me trae a la memoria, los juegos infantiles de antaño, llenos de magia y emoción.
Nuestro abuelo, lo había dejado como legado a mi padre, y lo había colocado en el patio, donde guardábamos las cosas añejas.
Nosotros lo usábamos todas las tardes, inventando historias diversas, con el mágico vuelo de nuestras fantasía infantil.
Sacábamos todo lo que traía dentro: Osos de peluches, zapatos usados, libros viejos, etc.
Luego ingresamos a sus arcas sacándonos los zapatos, para que papá no sintiera , cuando nos metíamos dentro de su baúl.
Unas veces éramos hábiles marineros escondiéndose de los piratas, y otras veces éramos náufragos que no queríamos ser descubiertos por tribus de caníbales hambrientos y otras, huíamos despavoridos de los indios.
Mi hermana María de ocho años era mi cómplice de aventuras.
Ella hacía todo lo que yo le indicaba, yo era el jefe de las aventuras disparatadas, mis diez años, me daban el privilegio de dirigir los juegos.
¡Vienen los indios con sus flechas a escondernos al baúl María! y ella sin zapatos, al baúl corriendo se metía. ¡María una legión de piratas tomó nuestro barco, huyamos al baúl para protegernos, miremos solo de reojo, pueden regresar y nos descubran¡ Y María obediente, se metía al dichoso baúl y miraba sólo de reojo, muy asustada¡ ¡Era tan dulce mi hermana!
Recuerdo que la última vez inventamos que el baúl estaba lleno de tesoros, que los piratas se habían olvidado.María estaba tan contenta que desde el baúl vigilaba que no se acercara nadie a robarle sus tesoros.Decía "Con estas alhajas me compraré muñecas, un carro para que papá vaya al trabajo, y una cocina nueva para mamá y tú ¿Qué quieres hermanito?" Yo la miraba contento, me gustaba verla tan feliz, entre tesoros imaginarios.
Y ahora yo, ya casado, he vuelto a ese patio y al ver el viejo baúl, me ha embargado la nostalgia al recordar mis juegos infantiles junto a mi querida hermana. Ella hoy está en el extranjero, pero su corazón, estoy seguro, se quedó aquí, conmigo, y con este baúl, en el que tantos recuerdos y aventuras, juntos vivimos...
*Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú- DRA.
ROTA
Rota el alma en pedazos me dejaste,
rota en lágrimas de sangre,
tus espinas agudas me me sellaron en dolor.
Me dejaste sola
en campanillas de recuerdos
gota a gota se muere mi ser.
Mi cabeza estalla de tanto pensarte y soñarte,
quiero que vuelvas a mí,
mi dulce ruiseñor,
tú solo sabes tocar las notas
que hacen vibrar mi corazón.
tú solo sabes despertar mi flor de amor,
en las calles de la pasión.
Rota,
rota en vidrios de amor me dejaste,
rota la sonrisa,
rota la alegría,
roto el corazón,
vago perdida, errante en desolación.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú- D.R.A
MARIPOSA MÍSTICA
Mariposa mística
enciendes tus alas para volar,
al cielo en tus halos quieres llegar,
tus plumas nacaradas me llevan lejos.
Construyes jardines colgantes de flores,
en sueños dorados levito contigo,
cautivo estoy en tu aletear,
tus alas translúcidas
vuelan ligeras a mundo etéreos,
en tus ojos mariposa alba,
tienes mucho amor para dar.
los jaspez de tus voz hicieron alfombra en la gentes,
destilas miel de mariposas en muchos claveles,
soplas flores de versos,
y te envuelves en luz,
tus alas nacieron para ser grandes,
hasta de los oasis quieres libar.
Mariposa mística,
vuela hasta el cielo,
vuela en ondas de color,
tu voz se queda tatuada, en los muros del pueblo,
en los castillos de reyes medievales,
y en los espacios siderales;
retumba en ecos sonoros,
seduce las almas.
Mariposa mística, Renacerá siempre tu voz,
con alas rimbombantes,
en un súmmun de belleza...
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas- Perú
MARIPOSAS VOLÁTILES
Mariposas volátiles son tus besos en mi cuerpo,
ligeros tocan mis tules blancos y se van,
mariposas huidizas,
mariposas que me besan y se van.
No se vayan mis mariposas del amor
no me dejen sin él.
No me besen, no me besen si luego se irán.
Tu amor mariposa ingrata,
me liba los pétalos y mis cálices,
me dejan embriagada de amor,
para luego huir a otro jardín.
No me besen tus alas etéreas, no me toquen la piel.
¡No me dejen sus jugos, no!
si errantes, fugaces,
a mi vida llegan
si conmigo no se quedaran.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas - Perú-D.R.A.
¿QUÉ ES NAVIDAD?
La navidad es fiesta de paz y alegría,
es fiesta de hermandad y reconciliación.
No hay lugar para el rencor.
Un niño nacerá en Belén,
y en sus ojos de ternura y agua pura,
nos enseña un gran lección de humildad,
pues el rey de reyes,
el señor de señores,
nace sencillo en un pesebre,
y extiende sus brazos de amor,
a la humanidad...
Navidad tiempo de reflexión,
de pensar en el otro,
de dar antes que recibir.
Como lo hizo siempre el buen Jesús.
Es tiempo de alegría, de festejos,
pero también, de solidaridad,
de compartir tu pan, tus bienes
con los que menos tienen, con los niños,con los ancianos,
que son el rostro de Jesús actual.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú
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