SOLEDAD MADERA DURA
Soledad, madera dura,
punzada profunda en el alma.
Hueco insondable sin luz,
espacio sin sol, sin aliento.
Soledad, aire vacío,
música muda,
crepúsculo que no llega,
veranos, otoños, primaveras
ciegas.
Soledad en tu silla antigua
no quiero sentarme,
de tus alimentos, no quiero
llenarme.
Regálame tu otra cara,
la de luces amarillas blancas.
Bailaré en tu nueva casa,
en la que habla con voz fuerte
el alma,
en la que no se sienten tus
coces mortales;
en la que la esperanza brilla
como sol radiante.
Autora: Edith Elvira Colqui
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