Todas las mujeres somos reinas
porque nuestra belleza
no radica en nuestras formas
pero sí en nuestra alma pura y bella.
Nuestro reino es la casa o el lugar de trabajo
allí brillamos con nuestro sol de ternura
y nuestra alegría serena.
Somos reinas y merecemos ser tratadas como tales:
con educación con respeto con delicadeza,
somos flores frágiles y sensibles
una palabra dura nos hiere y un golpe
¡un golpe uf nos mata!
Ni mencionar el nombre de hombre al que una mujer toca.
Ella es una bella rosa
que cuida el hogar,
que se sacrifica en sus faenas diarias,
cuida con amor los hijos, atiende al varón
y hace sus albores de oficina.
Nunca maltrates a una mujer
porque ella es tu reina,
tu madre, hermana, esposa, amiga...
Dale amor
y verás como florece alegre y te da sus mejores pétalos.
No le seas infiel
ámala solo a ella porque si te descubre,
una mujer despechada es un arma peligrosa.
Pero sele fiel por convicción, no por miedo,
pues si le dices, amor, te quiero;
demuéstralo varón con tus hechos.
Una mujer es una reina,
no un objeto, ni esclava, ni mercancía,
ella se queda con quien le dé protección, cariño y respeto.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos Reservados