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© SOY UN PEZ SOÑADOR
SOY UN PEZ SOÑADOR
Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...
martes, 19 de septiembre de 2023
lunes, 18 de septiembre de 2023
Primer puesto en el concurso mes de la infancia de Mareas del alma
sábado, 16 de septiembre de 2023
A Pablo Neruda (VersAsís)
jueves, 14 de septiembre de 2023
Madre, líbranos de la guerra
lunes, 11 de septiembre de 2023
Sé vivir cuando… (décimas)
La virgen llora (De mi poemario Poemas religiosos)
La virgen llora
La flor blanca de Belén
llora,
de sus ojos azucenas
un río incansable brota…
Llora por sus hijos
desterrados del Edén,
por los hijos
hecho humo en los vientres,
por la paz desmayada.
Con su celeste manto
cubre a sus hijos,
intercede por las carcasas
de los pecadores.
Es amorosa madre,
nos previene
de los males futuros,
quiere librarnos de calamidades,
pero el hombre
le da la espalda
y sigue en sus bacanales,
en fiestas y desórdenes de mil colores.
Llora porque la fe en Dios se hizo añicos
y se ha convertido
en solo ritos,
porque el creyente
es solo estatua aparente.
La virgen
derrama sus perlas compasivas
también por los que no la quieren,
y con sus palabras dagas la hieren.
Extiende su manto
por el mundo entero,
por los malos y los buenos,
es su corazón de madre
un huerto de misericordia,
¡Implora por la conversión de las almas!
para que el mundo
permanezca sin guerras
y con blanca calma.
Autora Edith Elvira Colqui Rojas Perú Derechos reservados
Pintura que hice en réplica de la pintura De Kiko Arguello
sábado, 9 de septiembre de 2023
Las lágrimas (soneto)
Las lágrimas (soneto)
Con lágrimas lavarás los pecados
y esos pasos en falso de tu vida,
quién sabe, quizás sean la tenida
que pueda disminuir los enredados.
Pues son los paliativos que callados
alivian malestares, la sufrida
pena, que corre triste y desvestida;
apaciguan el alma con sus dados.
Las lágrimas son lluvia sanadora,
son jabones que lavan nuestra casa;
son dagas, si se botan sin sentido.
Que ociosas no se suelten a cada hora,
pues arrugan la piel y la carcasa,
las lágrimas de Cristo, si han servido.
Autora: Edith Elvira Colqui Rojas— Perú Derechos reservados
soneto en respuesta al soneto de Luis Perez