Nadie te obliga a creer (décimas espinelas)
A creer nadie te obliga,
vas a la iglesia si quieres,
al prójimo amas o hieres,
compartes o das la miga.
Y la iglesia es tu enemiga
si acaso eso te complace,
no dirás que te desguace
a tu fuselaje burdo
y tu lenguaje palurdo
¿Obrar el mal qué bien te hace?
El que quiere se desvía
el que quiere será santo,
si lo desea ama el llanto,
el que no, de Dios se guía.
Parece burda osadía
decir: la iglesia me obliga,
cuando oír misa mendiga,
si amamos libertinaje
sin pagar por el, peaje,
¡Hay que mirarnos la viga!
Autora Edith
Elvira Colqui Rojas -Perú