Se fue la reina de los niños,
la que los llenaba de risas y aliños.
Deja una estela de enseñanza,
brindando a los hogares amor y esperanza.
La chica de la tele
deja los terrenos escenarios,
en el cielo sus premios son varios.
Su show alegraba a chicos y grandes,
disipaba las sombras de las penas y los males.
Fue una paloma célibe
entregada a su trabajo,
en su disciplina, no había relajo.
Su huella jamás será olvidada,
pues fue para los niños
su más buena hada.
Descansa en paz,
paloma magnánima,
siempre brillará en el recuerdo
tu bella y dulce aura.
Edith Elvira Colqui Rojas Perú©