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Busco peces con plumas doradas comprometidas, peces con zapatos de tierra... Este poema lo podéis seguir leyendo en las plataformas que siem...

domingo, 1 de noviembre de 2020

Gracias chile Asociación de Poesía APU






Diploma Musa Visual Castillo Mágico










Diploma reto en Universo Poético y Desván










Diplomas por el día del poeta virtual

Diplomas por el día del poeta virtual













Una dulce golondrina








Una dulce golondrina

 

Una dulce golondrina ha llegado al tejado de mi casa,

con las alas extendidas

y el corazón enamorado.

Sobrevuela en las hendiduras

del tejado rojo y muy alegre se siente

al dejar alimento a sus hijos en su nido.

 

Me gusta verla volar

con sus alas extendidas y esa cola peculiar que parece una levita,

Sus profundos ojos negros resaltan,

su piel azulada es hermosa, fina, delicada.

 

¡Vuela, vuela, golondrina enamorada!

Llena la tierra de alegría y paz en tu alborada.

¡El mundo es seco y frío sin tus galas!

 

No te extingas ave hermosa,

yo te quiero ver volando por los alegres cielos,

todas las mañanas.

 

Dibujo y poema Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados

 

 


MENTÍA














MENTÍA

Él le mentía,
le decía que la amaba
pero todo era mentira;
su amor eras solo fantasía de un día.
*El delirio de las mentiras endureció su corazón,
ya no sabía si lo que decía
era verdad o mentira,
pues quedó envuelto en la piedra dura de su falsía
y en la profunda hiel de amargura.

Jalaba la cuerda del engaño
para que ella no se diera cuenta,
pero todo buen en vano.

Su amada se dio cuenta de su falsedad,
y emprendió la partida,
dejándolo solo
sin alma, sin vida;
porque ella era su vida,
solo que le gustaba jugar a dos manos y constantemente le mentía,
pero con el tiempo
todos sus engaños pagaría,
y solo y triste sin amor se quedaría,
contando las monedas de la amargura.

Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados (prohibida su copia total o por pedazos)

jueves, 29 de octubre de 2020

RAMA DE ESPERANZA










RAMA DE ESPERANZA 

Colgada en el aire de la soledad,

una rama seca se resiste a desprenderse de su árbol,

no quiere dejar su última esperanza de vida.

Espera en su cama impávida la lumínica redención.

Abre sus ventanas pero la luz no llega;

su garganta esta roja y roña de tanto gritar:

¡Clemencia!

Así, los habitantes de la mundo se bambolean en la incertidumbre,

por un virus malsano que sus garras no quiere apartar del globo de la tierra.

Impotente observa su galope destructor,

quiere arrancarle los cabellos de sus estragos. Pero no puede,

y se sienta en el banco infame del dolor .

Sus dientes chirrían de la rabia por no poder hacer nada contra él,

pero sus brazos de fe no se cansan.

Enciende un cirio y lo hace arder en cielos despejados,

pone cabeza fría y las chispas de su fe se encienden.

Dios no se ha olvidado del hombre,

aunque él muchas veces lo niegue y le eche la culpa de los males que el mismo se granjeó.

Al tiempo de una profunda oscuridad viene siempre un tiempo de la clara luz.

¡Paz en tu alma mundo!

Sereno espera el tiempo de tu redención.

Mientras tanto sujétate a tu verde rama,

defiende con uñas y dientes los vestidos de tu esperanza,

¡Sé valiente, ten fe!


 

Autora Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados