Una dulce golondrina
Una dulce golondrina ha llegado al tejado de mi casa,
con las alas extendidas
y el corazón enamorado.
Sobrevuela en las hendiduras
del tejado rojo y muy alegre se siente
al dejar alimento a sus hijos en su nido.
Me gusta verla volar
con sus alas extendidas y esa cola peculiar que parece una levita,
Sus profundos ojos negros resaltan,
su piel azulada es hermosa, fina, delicada.
¡Vuela, vuela, golondrina enamorada!
Llena la tierra de alegría y paz en tu alborada.
¡El mundo es seco y frío sin tus galas!
No te extingas ave hermosa,
yo te quiero ver volando por los alegres cielos,
todas las mañanas.
Dibujo y poema Edith Elvira Colqui Rojas-Perú-Derechos reservados
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